En un año complicado para el circuito de festivales, la Mostra FIRE 2020!! de cine LGTBI de Barcelona no ha querido renunciar a la celebración de su 25ª edición. Si en un principio la organización suspendió el certamen presencial previsto para junio, finalmente la Mostra ha visto la luz en formato online de la mano de la plataforma Filmin, que ofrece hasta el próximo 20 de septiembre los filmes que conforman sus distintas secciones.

Repasamos los primeros títulos que hemos visto en la Mostra Fire 2020, pertenecientes todos ellos a la Sección Oficial.

C’est ça l’amour (Francia). Dir. Claire Burger 

El debut en solitario de la realizadora Claire Burger, tras codirigir la premiada ‘Dos noches, una boda’, es un drama familiar que parte del arquetipo del matrimonio roto para explorar con sensibilidad y sin excesos la descomposición emocional de cada uno de los personajes afectados por esa ruptura. Aunque es el padre abandonado (interpretado por el belga Bouli Lanners) el que centra el relato, la película amplía el espectro hacia sus hijas adolescentes y también hacia una madre que decide por motivos lícitos dar un nuevo rumbo a su vida.

Sin obviar cierta tendencia al melodramatismo, es justo decir que la película sortea con éxito la afectación. El arco emocional de cada personaje resulta creíble y el filme no se recrea en el dolor, sino en los pasos de cada miembro de la familia por resituarse ante los acontecimientos para seguir adelante con sus vidas. Hay además un interesante apunte sobre el arte como medio de liberación, en este caso el teatro, que permite al protagonista canalizar sus sentimientos de duelo y procesar la ruptura con mayor entereza.

El cazador (Argentina). Dir. Marco Berger

El cineasta Marco Berger es objeto de homenaje en esta Mostra Fire 2020, donde además ha presentado su última película ‘El cazador’. El autor de ‘Taekwondo’, ‘Hawaii’ o ‘Un rubio’ se mantiene fiel a su habitual exploración del deseo masculino, aunque en esta ocasión aparece convertido en un peligroso cebo que lleva a un universo oscuro. Los espacios cerrados, las elipsis y las miradas perdidas habituales en el cine Berger, adquieren aquí una nueva dimensión al formar parte de un entramado que va más allá de la exploración de la propia sexualidad o de las pasiones reprimidas.

La narración comienza centrada en la relación de creciente complicidad y atracción entre dos adolescentes, pero alcanza un punto clave en el que gira hacia un incómodo thriller que situará al personaje central en una terrible encrucijada relacionada con la corrupción de menores. Estamos ante un filme que asume riesgos, gestionados de manera inteligente por parte de un director que acierta a dejar el material más sensible en un hábil fuera de campo. Sus jóvenes personajes son guiados hacia una espiral cruel cuya ruptura implica consecuencias impredecibles. La ausencia del referente familiar es sugerida como clave en un relato exento de cualquier atisbo de moralina, pero que nos alerta de la existencia de inquietantes monstruos que explotan el deseo con el más inmoral de los propósitos.

Los fuertes (Chile). Dir. Omar Zúñiga Hidalgo 

El debut en la dirección de Omar Zúñiga adquiere su título en referencia a la fortaleza en la Municipalidad de Corral en la chilena Región de los Ríos, testigo de una batalla clave en la independencia del país latinoamericano. El paisaje es sin duda clave en esta fugaz historia de amor entre dos jóvenes que se conocen en las inmediaciones de Valdivia, pues las emociones de sus protagonistas (un pescador de la zona y un santiaguino que estudia arquitectura) se muestran tan inestables como el clima húmedo de la región.

Puede que ‘Los fuertes’ no presente una historia innovadora, pero en su clasicismo contiene hallazgos de puesta en escena y acierta sin duda en la creación de una muy creíble complicidad entre sus personajes centrales. Aunque a través de algunas subtramas se apunte al conservadurismo de los entornos rurales, la película no se entretiene en la denuncia, pues centra el conflicto en las distintas motivaciones (no siempre verbalizadas) de ambos protagonistas, que atienden entre otras cosas a su pasado familiar, a través del cual se entiende su vocación de huida o su anclaje en un lugar y una forma de vida particular. El mayor obstáculo, al final, es esa carga autoimpuesta que impide volar libremente hacia un futuro en común.

Rialto (Irlanda). Dir. Peter Mackie Burns

Peliagudo es sin duda el material que maneja Peter Mackie Burns en ‘Rialto’. Todo parece resquebrajarse de repente en la vida del protagonista de este incómodo drama, un hombre de mediana edad inmerso en una espiral de pérdidas que arranca con la muerte de su padre y se extiende al despido de su empresa y a una serie de problemas de ámbito familiar. A esto se añade, y este es el eje central del filme, su encuentro en unos baños públicos con un joven prostituto que primero lo extorsiona, para luego convertirse en su objeto de deseo y única vía de evasión.

La relación entre ambos personajes, en sendas situaciones límite, pasa por un continuo intercambio de roles que genera una situación de interdependencia tan intrínsecamente enfermiza como por momentos tierna. El mérito del director reside en la contención y en no caer en el juicio fácil de sus desvalidas criaturas fílmicas. El resto lo pone una impactante interpretación de su protagonista, un excelente Tom Vaughn-Lawlor inmerso en una suerte de versión irlandesa y working class de ‘Muerte en Venecia’.

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