Dramas románticos para morir de amor

El cine está repleto de dramas románticos épicos que, queriendo o sin querer, crearon unos mitos que el público se encargó de trasladar a la realidad. El amor romántico se ha idealizado a lo largo de la historia y el cine solo se ha dedicado a contribuir a ello junto el resto de artes.
Cuanto más avanza el tiempo, más diferencias hay en la manera de ver en pantalla lo que entendemos como el amor, más libertad de expresar otras maneras de amar y de vivir este sentimiento o de expresarlo. Todos tenemos claro que el cine es una muestra del mundo en el que se vive, es por ello que las parejas románticas que se veían en pantalla van en consonancia con la sociedad del momento. ‘Lo que el viento se llevó’ (1939), ‘Casablanca’ (1942), ‘Los paraguas de Cherburgo’ (1964), ‘Dirty Dancing’ (1987), ‘Titanic (1997), ‘El diario de Noa’ (2004), ‘Brokeback Mountain’ (2005) y un largo etcétera son las grandes películas románticas de la historia que marcaron al público de una manera u otra, y todas ellas muestran diferentes maneras de vivir el amor.
Sin embargo, no es hasta el nuevo siglo que el cine se atreve a hacer dramas románticos más valientes. Sí que existen excepciones a la regla, como ‘Jules y Jim’ (1961) pero, por ejemplo, el colectivo LGTBIQ+ quedaba fuera del cine romántico aunque se hicieran referencias en películas de otros géneros, como ‘Víctima’ (1961) o ‘Philadelphia’ (1997). De igual manera, a las parejas interculturales les sucedía lo mismo, a excepción de algunas como en ‘Adivina quién viene esta noche’ (Stanley Kramer, 1967), ‘Pocahontas’ (Mike Gabriel, Eric Goldberg, 1995) o ‘Quiero ser como Beckham’ (Gurinder Chadha, 2002).
El cine está repleto de romances épicos, amores imposibles, comedias románticas y dramas trágicos, pero es la década del 2010 la que trae un vuelco al género romántico mostrando otro tipo de cine, de parejas e incluso de amor.
1. Her (Spike Jonze, 2013)
Joaquin Phoenix protagoniza esta especie de distopía que no llega a serlo de tan cercana que se encuentra a nuestro presente. En ella, se enamora de la voz del sistema operativo de una nueva Inteligencia Artificial. Jonze lo acerca al espectador al hablar de temas como la soledad o lo abstracto que es el amor, un sentimiento que no tiene por qué ser físico sino algo más espiritual.
Se han visto películas de amor entre máquinas, entre seres humanos e Inteligencia Artificial, pero nunca la historia de amor entre una persona y una voz. La película fue aclamada por la crítica, tuvo mucho revuelo por romper los esquemas del género romántico y calar en el público a pesar de no ver nunca al “objeto” de amor del protagonista.
2. La vida de Adèle (Abdellatif Kechiche, 2013)
180 minutos de cine francés que muestra a Adèle, una adolescente que tiene una crisis existencial y de identidad sexual. La protagonista vive su vida monótona y rutinaria, pareciendo que padece más que vive, hasta que conoce a Emma. Se enamora tan intensamente de ella que le dan igual los prejuicios de sus amigos, de su familia y del mundo, Emma le abre las puertas de la felicidad.
Lo interesante de esta película es que Adèle nunca deja de tener este aura existencialista, muy típica de esta nueva generación. Al terminar la película, el espectador se siente identificado al acompañarla en esta búsqueda de sí misma más allá de a quién pueda amar, de si el mundo lo aprueba o de qué la hace feliz.
3. 10.000 KM (Carlos Marqués-Marcet, 2014)
Los nuevos tiempos han hecho que, a pesar de estar a miles de kilómetros, podamos vernos a través de una pantalla a centímetros de nuestra cara. Pero, ¿es lo mismo? Ver a alguien no significa sentirlo, y eso es lo que Marqués-Marcet trata en la película, mostrando cómo lidia una joven pareja muy enamorada la distancia física que los separa.
Alex y Sergi son el presente, este amor que lidia con problemas del ahora. Los sentimos cercanos porque nos sentimos identificados, nos planteamos los mismos dilemas que ellos y entendemos sus dudas y sus miedos. Es una historia que cuestiona constantemente una idea que la historia del cine se ha dedicado a alimentar con creces: “el amor es más fuerte”. Entre los mejores dramas románticos del cine español de la década del 2010 que establece una interesante reflexión a través de una pareja entrañable, divertida y muy cautivadora.
4. La doncella (Park Chan-wook, 2016)
Corea del Sur haciendo una película protagonizada por una pareja homosexual parece impensable, pero Park Chan-wook, uno de los grandes del país, ha podido hacerlo y lo ha hecho a lo grande: con una historia ambientada en la década de los 30 que trata el amor entre una criada y una mujer rica. Además, es una película erótica llena de escenas impactantes y temas controvertidos.
Se podría considerar ‘La doncella’ como una rara avis del cine romántico por situarse tan lejos del género a pesar de tener los ingredientes básicos. Esto es, sin duda, una marca personal del cine surcoreano. Aunque las películas con una pareja homosexual y de clases sociales diferentes ya han sido vistas, el thriller, los engaños y los personajes antihéroes (lejos del típico cine romántico que tiene al menos un héroe en la pareja) sitúan a esta película en esta lista de mejores dramas románticos.
5. Your name (Makoto Shinkai, 2016)
Esta película de animación envuelve a sus protagonistas adolescentes en una situación insólita en la que, mientras duermen y sueñan, viven un intercambio de cuerpo en el que Taki vive la vida de Mitsuha y ella, la de él. Aunque al principio se horrorizan, a medida que les suceden cosas y conocen al otro a través de vivir su vida, nace entre ellos una conexión mucho más profunda que si se hubiesen conocido en persona.
Su historia de amor parece imposible, pero el tiempo no es una barrera para esta pareja. ‘Your name’ es fantasía pero muestra el amor de una manera tan natural e incluso bonita que es inevitable enamorarse de la inocencia y de la pasión de sus protagonistas. Ciertamente, la animación y la fantasía han creado de la mano parejas tan queridas como Chihiro y Haku, Shrek y Fiona o Aladdin y Jasmín, y Taki y Mitsuha están destinados a formar parte de esta estela de parejas animadas.
6. Call me by your name (Luca Guadagnino, 2017)
El aburrido verano de 1983 que está pasando Elio cambia cuando llega a la casa en la que está veraneando con su familia Oliver, un ayudante de su padre. Los dos empiezan a conocerse más profundamente a medida que pasan tiempo juntos, se observan, se fijan el uno en el otro hasta que acaban conectando definitivamente. La pareja marcó tanto al público que la película rápidamente fue aclamada como uno de los mejores dramas románticos nunca hechos.
Y cómo no hacerlo, si la historia se cocina a fuego lento, con paciencia, con dedicación, es una película de ritmo pausado pero intensa en todos los sentidos, llena de reflexión, profunda e intelectual. Es otro tipo de cine romántico, que encumbró a una pareja homosexual al Olimpo del género romántico, cosa que han conseguido muy pocas parejas en el cine.
7. La forma del agua (Guillermo del Toro, 2017)
Esta fantasía de Guillermo del Toro crea una historia de amor entre una humana y un experimento, un ser que no es humano ni tampoco animal. Son las bases de ‘La Bella y la Bestia’ que se acaban rompiendo para crear una película que trata algunos temas parecidos de manera totalmente distinta. Habla de la tolerancia, de la soledad, de la empatía, de un amor más trascendental y espiritual que físico, como una conexión más allá del sentido de la vista o de la personalidad del otro. Elisa salva al hombre anfibio pero, de una manera más reflexiva, ese ser salva a Elisa de una vida que ella no soporta.
Una historia tan irreal pone sobre la mesa los aspectos del amor más etéreos y profundos, funciona como una especie de metáfora de los valores del amor romántico. Y, por eso, fue una película que se ganó el cariño de los grandes premios y festivales del mundo, convirtiéndose en una especie de intenso cuento fantástico protagonizado por una humana y un monstruo.
Otro tipo de cine, de parejas e incluso de amor
Dramas románticos, historias de amor más allá de la raza humana, de las máquinas, lejos de parejas épicas y trágicas y trayendo a pantalla el realismo, lo cotidiano y, al fin y al cabo, historias que el mismo espectador ha podido vivir, sentimientos que ha podido experimentar y valores con los que se puede sentir identificado. Esta nueva generación de cine romántico va a crear un precedente, y cómo no hacerlo, si el mundo avanza y el cine es el reflejo de ello.