
Cuando decía que esta Seminci 2020 era todo un reto y que sería una de las más atípicas de su historia no bromeaba. A pocas horas del comienzo del festival, la Junta de Castilla y León aprobaba el toque de queda a partir de las diez de la noche. Es por esto que la organización ha tenido que reprogramar y adelantar las sesiones para que todas terminen antes de las nueve. Sin embargo, con las ganas y la ilusión intactas, el sábado daba comienzo la semana de cine con su película inaugural, ‘Nieva en Benidorm’, nuevo proyecto de Isabel Coixet, de la que hablaremos a continuación.
Nieva en Benidorm (España). Dir. Isabel Coixet
Hasta ahora, para mí el cine de Isabel Coixet solo había existido en aquellas listas donde uno guarda sus eternas películas pendientes. ‘Nieva en Benidorm’ es mi primer acercamiento al cine de la catalana, y a priori creo que ha sido bastante positivo.
El filme sigue la historia de un hombre británico que es despedido de su trabajo en Manchester, y decide marcharse a Benidorm, donde reside su hermano, al que hace años que no ve; buscando así alguien con quien compartir su vida, ya que se encuentra prácticamente solo. Cuando este llega a Benidorm se encuentra con la desaparición de su hermano, por lo que comienza a buscarlo y a investigar las relaciones y negocios que este tenía. Durante esta búsqueda, Coixet se encarga de transmitirnos su particular visión de lo que ella entiende que es Benidorm y lo que le hace especial. Para ello, pone en escena una gran cantidad de elementos que dotan a la película de personalidad y originalidad, y que acaban haciendo de esto el punto fuerte de la cinta. Si han visto aquel anuncio de la lotería donde aparecían un montón de ‘guiris’ en Benidorm de vacaciones, esto les va a recordar muchísimo.
La primera media hora de ‘Nieva en Benidorm’ es muy potente: la manera en la que va construyendo el personaje protagonista, la representación y estética de Benidorm, el choque cultural entre el protagonista y la ciudad, etc. No obstante, esto no se mantiene siempre al mismo nivel durante las casi dos horas de largometraje, y es una pena porque creo que podía haber quedado una peli muy redonda. Toda la parte de suspense y misterio con respecto a la desaparición del hermano queda algo desdibujada, y acaba careciendo de interés. La historia gana mucho cuando el protagonista habla con el resto de personajes sobre cómo se siente y sobre sus ambiciones, ya que ayuda mucho a completar un personaje que es muy redondo.
A pesar de sus errores, creo que merece la pena acercarse a este nuevo proyecto de Coixet. Si todo va bien, se estrenará en cines el próximo 13 de noviembre.
Sweet Thing (USA). Dir. Alexandre Rockwell
Películas sobre familias desestructuradas e infancias duras hay muchas. ¿Es ‘Sweet Thing’ una más? Sí y no. La cinta está dirigida por Alexandre Rockwell, un director canadiense que ya estuvo en la Seminci en el año 2013 presentando ‘Little Feet’. Este año vuelve de nuevo con una película protagonizada por sus dos hijos, Lana y Nico Rockwell, en la que interpretan a dos niños hijos de un padre alcohólico y una madre algo despreocupada por ellos.
Alexandre Rockwell es un director que tiene una dirección muy fluida y una estética muy marcada. La fotografía y el apartado visual salva la película en más de una ocasión en la que lo narrativo flojea un poco. Hay partes rodadas en blanco y negro (la mayoría) y otras a color, y Rockwell va jugando con ellas intentando expresar visualmente los sentimientos y emociones de los protagonistas, algo que no solo funciona sino que dota de personalidad visual a la narración.
El trabajo actoral es también otro de los factores positivos de la cinta. Rockwell consigue sacarle a sus dos hijos una interpretación naif y humana, pero sobretodo natural. El resto del elenco también hace un trabajo increíble, destacando el papel de la madre, interpretado por Karyn Parsons, a la que conocerán por su mítico papel como Hilary en ‘El príncipe de Bel-Air’.
A pesar de no tener nada rompedor dentro de su relato, Rockwell propone un producto muy interesante en su apartado interpretativo, pero en especial en su apartado fotográfico y visual.
Puppy Love (Canadá). Dir. Michael Maxxis
Es probable que ‘Puppy Love’ fuera una de las películas de la Seminci 2020 que más curiosidad me generaba. Una historia de un chico con una lesión cerebral que se enamora de una prostituta adicta al crack. ¿Qué podía salir mal?
Probablemente no sea la mejor cinta del festival, ni la más novedosa narrativamente, pero sí me parece una de las más especiales, y yo en lo personal he conectado mucho con ella. Creo que en gran parte se debe al actor protagonista, Hopper Penn, que interpreta a un personaje tierno, carismático y con un background emocional único. Además, lo acompaña la actriz Paz de la Huerta haciendo de prostituta yonki, algo que curiosamente se la da más que bien. Juntos tienen una química en pantalla increíble, y ha hecho que me meta en su historia de lleno.
Está basada en una historia real del primo de Michael Maxxis, director del filme. Maxxis consigue contar esta corriente pero peculiar historia de una manera muy personal, con toques de humor muy divertidos. La narrativa se desarrolla a través de flashbacks que evoca el protagonista en un jacuzzi, donde le cuenta la historia a unos desconocidos que allí encuentra, algo que por supuesto da pie a un montón de gags geniales.
Dudo que tenga alguna posibilidad dentro del palmarés del festival, pero espero que si ustedes la ven, consigan conectar y empatizar con esta historia tan singular de ‘cómo un chico con una leve discapacidad mental consigue que una prostituta adicta deje el crack’.
El profesor de persa (Alemania). Dir. Vadim Perelman
¿Otra peli de nazis ambientada en la II Guerra Mundial? Así es. Parece que hay autores que piensan que todavía hay mucho que rascar sobre ese duro periodo de nuestra historia como humanos. Sin embargo, no creo que ‘El profesor de persa’ vaya a ser reinvente el género.
Es la historia de un chico judío que se hace pasar por persa para evitar ser ejecutado. Consigue salvar su vida, pero esto tiene un precio, y es que tendrá que enseñarle el idioma, que evidentemente no sabe, a uno de los capitanes del ejercito alemán. Toda esta trama permite que la historia esté manejada siempre desde el suspense y la tensión, de que en cualquier momento pueden descubrirlo. Y hay momentos donde funciona mejor y momentos donde funciona peor.
La cinta es un batiburrillo de ideas y referencias de otras cintas del mismo tema, algunas mejor traídas que otras, como pueden ser ‘La lista de Schindler’, ‘La vida es bella’ o incluso ‘Jojo Rabbit’. Y lo de ‘Jojo Rabbit’ lo digo porque en un momento dado la película empieza a meterle un montón de humor a la historia sin venir a cuento, que te deja algo descolocado. Sin embargo, al rato se le pasa y vuelve a ponerse muy muy dramática, como cualquier películas de nazis habitúa a ser.
‘El profesor de persa’ es un producto del montón, que no creo que destaque demasiado dentro del palmarés de la Seminci 2020 y de su posterior comercialización, a pesar de su final emotivo y lacrimógeno.
La boda de Rosa (España). Dir. Icíar Bollaín
¿Acaso hay algo malo en casarse con uno mismo? Icíar Bollaín viene a demostrar que no, con una película que es un canto al amor propio, protagonizada por la siempre maravillosa Candela Peña.
Rosa es una mujer que, como muchas mujeres de este país y del mundo entero, siempre ha antepuesto las necesidades y cuidados de los demás a los suyos. En un momento dado, ella decide parar con todas sus tareas y desaparecer unos días. En esta búsqueda de sí misma, decide que quiere casarse consigo misma para empezar a hacer lo que ella quiere y no lo que los demás quieren de ella.
Como es evidente, que el personaje de Rosa se quiera casar consigo misma, trae un montón de humor y gags a la película muy divertidos. Y no lo serían tanto si no estuvieran respaldado por tres titanes de la actuación como son la ya mencionada Candela Peña, Nathalie Poza y Sergi López. Los tres están fantásticos, pero me quedo con Poza, que estoy segurísimo de que se lo ha pasado en grande interpretando este papel.
‘La boda de Rosa’ me ha dado todo lo que esperaba de ella: una feel-good movie que me tuviera una hora y media pasando un buen rato, e incluso con una sonrisa en la cara en muchos momentos.
El año de la furia (España). Dir. Rafa Russo
Todos los años RTVE ofrece al festival una de sus últimas producciones para que la presenten en exclusiva meses antes de su llegada a la sala de cines. El año pasado tuvimos ‘Salir del ropero’, que se estrenó recientemente en cines; y este año nos llega ‘El año de la furia’, un thriller político (aunque no tanto) que retrata el año anterior al golpe de estado de Uruguay en 1973.
Quizá han sido las expectativas que me han jugado una mala pasada, pero ‘El año de la furia’ no ha sido para nada lo que yo esperaba. Pedía un thriller que me mantuviera en tensión durante las dos horas de metraje que dura, y nada más lejos de la realidad. Es una película mucho más sencilla y minimalista que todo eso, donde se intenta profundizar más en las emociones y motivaciones de los personajes que el director y guionista Rafa Russo ha descrito.
Me da la sensación que la cinta tiene un pequeño problema de ritmo. No acaba de despegar en ningún momento, y se queda a medio fuelle, a pesar de las buenas intenciones del reparto, que cuenta con estrellas como Maribel Verdú (algo desaprovechada) o Daniel Grao. Siento que todas las escenas de la última parte de la película, en tono e intención son prácticamente iguales, y esto acaba siendo haciéndose pesado y tedioso para una película de casi dos horas de metraje.
‘El año de la furia’ es el “thriller” que yo no esperaba, pero quizá usted sí. Si va buscando un producto donde prime la tensión de los meses antes a un golpe de estado, no lo va a encontrar. Sin embargo, si prefiere una cinta donde los relaciones y emociones con respecto al golpe de estado sean primordiales, estoy seguro de que le satisfará.