El cine palestino de los últimos años nos ha deparado títulos brillantes como ‘Paradise Now (2005) y ‘Omar‘ (2013), dirigidas por Hany Abu-Assad, películas por las que Palestina ha conseguido sus dos nominaciones al Oscar de habla no inglesa. Más recientemente pudimos ver ‘Los informes sobre Sarah y Saleem‘ (Muayad Alayan, 2018) o ‘De repente, el paraíso‘ (Elia Suleiman, 2019). Las representaciones de la historia palestina y las condiciones de vida de su pueblo marcan el carácter de su cinematografía, en la que encontramos una heterogeneidad de estilos. Ahora toma el relevo ‘Gaza Mon Amour‘, después de haber participado en la sección Orizzonti del Festival de Venecia y ganar el premio a la mejor película asiática en Toronto. Además, el filme dirigido por los hermanos Nasser acaba de ganar la Espiga de Plata y el mejor guion en la Seminci.

La película nos sitúa en la Gaza de hoy en día, donde Issa (Salim Daw), un pescador de 60 años se ha enamorado en secreto de Siham (Hiam Abass), una mujer que trabaja como modista en el mercado local. Cuando está decidido a confesarle su amor encuentra una antigua estatua de Apolo en una de sus redes de pesca y se la lleva a casa. Pero un día Hamás descubre el misterioso tesoro que esconde y comienzan los problemas.

Gaza Mon Amour‘ está dirigida por los hermanos gemelos Tarzan y Arab Nasser, nacidos en Gaza en 1988. Estudiaron Bellas Artes en la Universidad de Al-Aqsa, donde se apasionaron por el cine y la pintura.
En 2014 dirigieron su primer largometraje, ‘Dégradé‘, que tuvo su estreno mundial en la Semana de la Crítica de Cannes y fue seleccionado en el Festival de Toronto. Con su segunda película, con toques de Jarmusch y Kaurismäki según Jordan Mintzer, crítico de The Hollywood Reporter, intentarán conseguir la tercera nominación al Oscar a la Mejor Película Internacional para su país.

Gaza mon amour

Tarzan y Arab Nasser hablan de Gaza mon amour

Gaza Mon Amour‘ es una dulce comedia dramática inspirada en una historia real que tuvo lugar en Gaza en 2014. Cuando un pescador encontró una estatua griega de Apolo en el mar, Hamás la confiscó inmediatamente y comenzó a buscar un comprador, con la esperanza de hacer suficiente dinero para resolver los problemas financieros del país. Nadie sabe qué le pasó a la estatua. Algunos dicen que fue vendida y luego destruida en un ataque aéreo.

Fue muy triste darse cuenta de que nuestro gobierno no sabía qué hacer con esta estatua, aparte de enterrarla en algún sótano. Pero al mismo tiempo, nuestra imaginación se despertó… ¿Qué puede ser más emocionante que imaginar al Dios del amor haciendo una aparición en Gaza, llegando a rockear la vida de un viejo pescador soltero?

Con esta película, como con nuestro trabajo anterior, buscamos dar un vistazo a la vida cotidiana en este pequeño pedazo de tierra llamado Gaza. Es un lugar extraño, donde las situaciones más simples pueden resultar inmensamente complicadas.

Mientras está atrapado en esta sombría situación, nuestro protagonista ve la vida de manera diferente. Issa es un romántico y, a pesar de las tradiciones conservadoras de su país, a pesar de su edad, a pesar de los interminables problemas políticos, defiende el derecho al amor, lo que lo convierte en un verdadero resistente.

El tono de la película es divertido, a veces oscuro, incluso amargo a veces, pero sobre todo, es tierno y melancólico, como Issa y Siham. Sus idas y venidas, su encuentro, la progresión de su historia son tratados casi como momentos coreografiados, lo que acentúa este sentimiento de dulzura, de melancolía.

Un momento compartido bajo un paraguas, una mirada intercambiada en el mercado, pantalones demasiado cortos, una brocheta de sardina preparada con amor… Las historias más bellas son también a veces las más simples.

Fuente: Versatile

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