
Con foros, ruedas de prensa y encuentros con directores, actores y productores, además de contar con la participación de invitados estelares como Ricardo Darín y la actriz Daniela Vega, el Festival Iberoamericano de Huelva 2020 no para.
A esto se suma el homenaje y entrega de premios a dos realizadores que han puesto en alto el nombre del cine español, entregando el Premio Ciudad de Huelva a Alberto Rodríguez, director galardonado por películas como ‘La Isla Mínima’ y ‘El hombre de las mil caras’, y el Premio Mejor Cineasta de Andalucía a Laura Hojman, directora emergente que ha demostrado su pasión por el séptimo arte.
Continuando con la selección oficial, Colombia, Argentina, Perú y México, presentan cuatro países con cuatro temáticas que muestran lo variopinto de la región a la vez que afirman lo que los conecta, ya que cualquiera de estas historias pueden ocurrir en cualquier parte de lo que se conoce como Iberoamérica. Mafia, existencialismo, creencias religiosas y machismo son los temas principales de este grupo de producciones que competirán por el Colón de Oro en el Festival Iberoamericano de Huelva 2020.
Lavaperros (Colombia). Dir. Carlos Moreno
Haciendo guiños al estilo de Guy Ritchie, Carlos Moreno presenta ‘Lavaperros‘, en la que, desde un punto de vista satírico, se habla de la clásica combinación de droga, mafia, dinero y muerte.
Con humor ácido, así cataloga el director esta comedia negra que se enfoca en los vestigios de la era dorada del narcotráfico, ahora un mundo «patético» en el que hay una quebradiza lealtad, una forma de resolver los problemas a punta de disparos además de la popular creencia en la que el vivo vive del bobo. Siendo una película coral, los estereotipos se complementan con otros personajes como los perezosos e ineptos policías que prestan un fallido servicio; la esposa que vive en un mundo de apariencias y que traiciona a su marido con su más leal servidor; además del joven trabajador que a pesar de las oportunidades de robo, se estanca en un problema y decide no salir adelante.
«El conformismo mata» así lo predica el evangelizador mientras da su discurso en medio de una misa satanizada donde se desglosa el nefasto final de la historia y donde queda la idea que más bien es el bobo el que vive del vivo.
La muerte no existe y el amor tampoco (Argentina). Dir. Fernando Salem
Esta película forma parte de la ola de cine argentino caracterizada por su frescura y sencillez. Historias reales, que plantean dilemas existenciales en situaciones cotidianas; para este caso se habla de dos temas universales, el amor y la muerte, dos temáticas que hacen parte del día a día pero que a la vez son tan íntimos y propios de quien lo vive.
Basada en la novela Agosto de Romina Paula (‘De nuevo otra vez‘), quien, acompañada de su hijo, figuran en la producción, hace resaltar la incertidumbre e insatisfacción como sensaciones generales del personaje principal. La confrontación del pasado en perspectiva con el presente terminan trayendo más preguntas que respuestas, donde el espectador vive en un estado suspendido, al igual que el personaje de Emilia.
Siendo la segunda película del director, la producción está localizada en un viaje a la Patagonia, donde el inclemente frío y la blanca nieve son dos componentes esenciales para reafirmar la situación que se lleva a cabo, un entierro, una vida pasada y un fantasma que demuestran que el pasado está más presente que nunca.
Contactado (Perú). Dir. Marité Ugás
Se trata de la única presencia del cine peruano en el Festival Iberoamericano de Huelva 2020, un thriller psicológico que se centra en el rol de perseguidor y perseguido, a la vez que habla sobre los contactados, aquellas personas que han tenido alguna experiencia con extraterrestres, algo común en Perú que viene con creencias por parte de las leyendas incas.
Contando con la producción de la venezolana Mariana Rondón, con quien la directora compartió el rodaje de ‘Pelo Malo‘, la película también hace referencia al caso real de la creación del partido político Frepap y su inimaginable alcance en el Congreso de Perú. A través de esta, la directora pone de manifiesto la idea en la que la muchas veces la gente busca algo en lo que creer, a la vez que se deja guiar por cualquier tipo de discurso que ofrezca estabilidad sin importar lo que se diga.
Cambiando el formato a estilo celular y apoyándose de los llamativos paisajes que ofrece el país, ‘Contactado‘ se centra en la ambición por el poder y el control de masas.
Cosas que no hacemos (México). Dir. Bruno Santamaría Razo
Un Papá Noel sobrevolando por una ciénaga. Un grupo de niños que revolotean impacientes mientras lo oyen acercarse. Así empieza el segundo documental de Bruno Santamaría, una historia que muestra la infancia, una etapa cargada de inocencia, a través de un viaje de autodescubrimiento que se ve enmarcado por un contexto cruel y de peligros.
Tal como lo explica el director, quien hizo un minucioso proceso de investigación al viajar ocho veces a la isla para la realización del documental, lo que más le gustaba era esa aura de Nunca Jamás y Peter Pan en la que viven los niños, sin reglas, sin tabús, jugando juntos mientras dejan de lado la cruda realidad que los rodea.
Narrada desde el punto de vista de los niños, el documental muestra la vida de uno en especial, un joven que se quiere vestir de mujer. Ñoño es su nombre, además de dirigir la coreografía de baile de niñas pequeñas, Ñoño se mira al espejo, delinea sus cejas y se acomoda su vestido para luego seguir caminando por la isla de El Roblito, un lugar en México que es comúnmente conocido por la violencia que vive.
Este mundo hostil se ve enlazado y contrapuesto con la mirada de la niñez, quienes no dimensionan la verdadera gravedad de lo que ocurre. Esto se evidencia tras la tragedia ocurrida en la graduación y festejo que están llevando a cabo en la isla, la cual se detiene por culpa de unos disparos, y que tras esta, los niños asumen la relación con la muerte de una forma distante ya que es lo que ven en su día a día.