
‘Saint Maud‘, estrenada en el pasado Festival de Sitges, es una película de terror psicológico diferente, que toma influencias de las películas clásicas de los años 70 para crear algo contemporáneo y fresco que atraiga a una nueva generación de cinéfilos. Dirigida por la joven directora británica Rose Glass, nos cuenta como la enfermera Maud (Morfydd Clark) llega interna al hogar de Amanda (Jennifer Ehle), una famosa bailarina ahora frágil y enferma que está aislada en su enorme casa. Al principio Amanda se interesa por la joven religiosa, distrayéndola de su deteriorada salud. Maud en cambio está hechizada por su nueva paciente. Pero Maud esconde algo. Está atormentada por un violento secreto de su pasado y por mensajes que ella piensa que vienen directamente de Dios. Se convence a sí misma que ha sido enviada a Amanda para servir un propósito divino. A medida que empieza a perder el contacto con la realidad, los cuidados de Maud se convierten en una misión mortal para salvar el alma de Amanda, cueste lo que cueste.
‘Saint Maud’ está inspirada en el melodrama y humor negro de los años 60 y 70, como ‘Taxi Driver’ y ‘Persona’, y por la intensidad visual en los primeros trabajos de Roeg y Polanski (‘Repulsión’, ‘La Semilla del Diablo‘). A su directora le atraen las historias claustrofóbicas e íntimas pero de gran escala cinemática. “Me fascina la vida privada de las personas, y la disparidad entre el mundo interior que todos tenemos en nuestras cabezas y lo que enseñamos al mundo. Esta película lleva al extremo el caso de alguien que vive en su propio mundo privado y el peligro que surge cuando empiezan a alejarse más y más de la realidad”.
Es una intensa y entretenida película de terror psicológico, pero ‘Saint Maud’ también trata con sensibilidad y empatía temas universales como la salud mental, la religión, la soledad y la alienación social. Para Rose Glass era importante que Maud fuese una protagonista con la que el espectador se sintiese identificado. “No quería que la gente sintiese pena por la solitaria Maud. Desde su punto de vista, ella es muy importante. Tiene un gran propósito y está muy decidida” dice Rose. “Así que dentro de su historia llega muy alto, aunque también muy bajo, y queremos que el espectador le acompañe en la experiencia”.

Creando el mundo visual de Saint Maud
La sensible caracterización de la relación entre Maud y Amanda en ‘Saint Maud’ tiene lugar principalmente en una casa. La combinación que hace Rose entre el diseño y efectos especiales convierten la película en una experiencia de terror psicológico. “Desde el principio tenía claro que la estética de la película iba a ser algo clave, y era importante poder meter a la audiencia dentro de la cabeza de Maud, no que existiese simplemente de forma superficial” dice Rose.
Rose Glass tiene influencias del cine clásico de los años 70, así como de películas más modernas. ‘En realidad, nunca estuviste aquí‘ de Ramsay se estrenó mientras escribía el guion, cuyo estilo sin duda me influyó”. Se puede apreciar también la influencia de ‘Taxi Driver’, que a su vez se fija en ‘Diario de un Cura Rural’. Visualmente también hay influencias de películas contemporáneas del director británico Peter Strickland, en particular de ‘The Duke of Burgundy‘.
La película está rodada con una estética visual de los años 70, con matices que recuerdan al Art Deco que encontramos en las telas y texturas de la casa y ropa de Amanda. Son estos elementos lo que hacen que la película te transporte a otro universo. Para rodar las escenas de la casa de Amanda encontraron una enorme propiedad eduardiana en Highgate, Londres, donde las paredes de madera ayudaban a crear esa sensación claustrofóbica. Los exteriores se rodaron en las playas y trasnochadas salas recreativas de Scarborough.
Ben Fordesman es el director de fotografía y trabajó estrechamente con el equipo de diseño. “Las sombras son muy importantes, en parte gracias al equipo de producción”. Creó esa atmósfera y estética usando lentes Canon K35 de los años 70, las mismas que usaron en ‘Alien‘ y ‘Barry Lyndon’. “Era muy importante crear un lenguaje visual intenso y estilizado, pero nunca efectista o que distrajese. Todo se va acentuando a medida que avanza la película y el estado mental de Maud empeora, aunque espero que no sea algo de lo que el espectador se de mucha cuenta. Conocía el trabajo de Ben en promos y anuncios, sabía que su mezcla de luz pictórica y sus destellos estilísticos era justo lo que la película necesitaba”.

Sorprendentemente, casi todos los momentos clave de ‘Saint Maud’ están rodados de verdad, en vez de recurrir a los efectos visuales de posproducción. Los remolinos son un tema central a lo largo de la película y se le aparecen a Maud en diferentes momentos a medida que sus visiones se hacen más intensas. Algunas de estas escenas están hechas por ordenador, como las nubes creadas por Technicolor VFX, pero otras como la del bar las creó el especialista de decorados Baris Kareli. Crearon remolinos en los vasos trucando las mesas. Hicieron agujeros debajo para poner un motor y metieron hélices de avión de juguete dentro de los vasos para crear un remolino.
Uno de los momentos más intensos para los espectadores probablemente sea cuando un cuerpo cae en un momento inesperado. “En realidad lo añadimos al guion más tarde” comenta Andrea. “Rose lo escribió, y después de ver la reacción del equipo pensamos que era perfecto”. El renombrado artista de efectos especiales Kristyan Mallet creó una prótesis de torso entera, lleno de sangre y órganos, y hace una aparición estelar en un momento clave de la película.
Tina Kalivas es la diseñadora responsable de crear el vestuario que marca el contraste entre la forma de ser de Maud y de Amanda, como el decorado caftán y turbante que lleva la glamurosa bailarina aunque vaya en silla de ruedas. Su experiencia en moda, trabajando para diseñadores de la talla de Alexander McQueen, se hace destacar en las prendas cosidas a mano, como el uniforme de enfermera de Maud o el extravagante atuendo de fiesta de Amanda. “El diseño es contemporáneo, aunque también tiene toques sobrenaturales” comenta Tina. “El vestuario va desde elementos estructurados y conservadores a otros sueltos y fabulosos. Ha sido fascinante trabajar con personajes tan distintos”.
La diseñadora de maquillaje y peluquería aportó otras referencias sobre su trabajo en la película. “Sin duda me inspiré en William Blake, y en Lucian Freud para Amanda en particular, ya que su tono de piel se ve perfecto en una luz sin color y tonos de grises. Me pareció precioso. William Blake está referenciado bastante en la película. Morfydd es como un William Blake más cálido, y su pelo es como las llamas. También me he fijado en imágenes religiosas de María, algunas bastante extremas. Algunos de los altares y estatuas representan mujeres muy historiadas, así que he cogido también un poco de eso”.
Habrá que esperar. Se ve interesante… Gracias.