20 años de Millennium Actress, una obra de arte dedicada al cine

‘Millennium Actress‘ vuelve a los cines, esta vez remasterizada en 4K para que la podamos disfrutar en todo su esplendor. Hace 20 años que Satoshi Kon, el autor de las películas de culto ‘Perfect Blue’ y ‘Paprika’, uno de los reyes de la animación más thriller, surrealista y fantástica, hizo esta obra de arte dedicada a la cinematografía. Una película llena de sensaciones, mensajes y momentos inolvidables que nos lleva a recorrer un viaje por la vida de una estrella de cine japonesa.
Genya Tachibana, un amante apasionado de la actriz ahora retirada Chiyoko Fujiwara, se propone ir montaña a través junto a su ayudante en busca del refugio en el que ahora habita la célebre exintérprete. Quiere hacerle un reportaje que refleje su adoración por la que fue una gran estrella pero, sobre todo, desea devolverle algo que le perteneció hace años y que Chiyoko protegió con total devoción durante décadas.
Chiyoko es, ahora, una anciana a la que los recuerdos le inundan la mente cuando Genya le tiende ese objeto que significó, literalmente, su vida hasta que lo perdió. Esa llave, que solía llevar colgada del cuello, había sido antes la preciada posesión de un revolucionario de la resistencia contra la Guerra de Manchuria. Ese misterioso hombre, con el que chocó accidentalmente Chiyoko, huyó de la policía y se vio obligado a dejarle su llave a una Chiyoko que, en aquella época, era solo una niña. Cuando a la niña le surgió, poco después, la oportunidad de ser actriz y participar en una película en Manchuria, tomó la oportunidad para viajar hasta allí y buscar a ese hombre que la tenía totalmente cautivada.
Es entonces cuando empezó la carrera cinematográfica de Chiyoko a la vez que la búsqueda de aquel amor. A través de sus películas, entre las que se encuentran todo tipo de géneros que repasan la historia del cine japonés del siglo XX, como una dedicatoria al séptimo arte, seguimos la historia de amor de Chiyoko siendo una geisha, una guerrera, una princesa, una enfermera… pero siempre con el mismo objetivo: devolverle la llave a ese misterioso hombre.
La magia de su forma
Satoshi Kon utiliza las películas protagonizadas por Chiyoko como excusa para relatar la simple historia de una chica buscando a un chico. Sin duda, la magia y el encanto de la película reside en su forma, en cómo ‘Millennium Actress’ es una historia bélica, de ciencia-ficción, de aventuras, de fantasía, cada una con un mismo personaje, Chiyoko, que representa varios papeles y que interactúa en diferentes escenarios, pero siempre con la misma historia: la de su vida. Esta película es metacine, es decir, cine dentro de cine en todo su esplendor.

Además, es muy interesante cómo se utilizan los personajes de Genya y su ayudante, haciéndoles formar parte de la historia aunque no sean coetáneos con la época de cada película de Chiyoko. El cámara es solo un agente pasivo que se dedica a grabar los sucesos que ocurren (a pesar de que lo que realmente está sucediendo es que está grabando a la anciana relatando su historia). Lo podríamos considerar un representante del mismo espectador, comentando lo que ve y lo que piensa de lo que está sucediendo en cada suceso que relata la actriz. Genya, en cambio, es parte activa de la historia, actuando como un Sancho Panza, un protector caracterizado para cada película, que se dedica a ayudar a Chiyoko en sus aventuras.
Todos los elementos de la película se configuran para relatar de la manera más fantástica la vida de Chiyoko, como si ésta realmente hubiese sido una película. Aunque al principio tengamos la duda de si lo que vemos es una película o su vida real, pronto entramos en el juego del director, tan interesante como único, y entendemos que ahí reside la gracia, en caracterizar su vida como las películas que un día protagonizó.
La magia de su contenido
Es prontamente evidente la obsesión de la protagonista por encontrar a ese hombre. Dedica gran parte de su vida a ello, protege la llave como objeto representativo de este objetivo final que es reencontrarse con él. Ciertamente, ya nos hemos ido dando cuenta de que Chiyoko ha convertido esa búsqueda en su motor de vida y nos lo confirma cuando confiesa una gran frase, el resumen de la película y, al fin y al cabo, el resumen de nuestras vidas: “es el perseguirle lo que me apasiona”. Es lo que queremos y no podemos tener, es el proceso y no el final, es el darle un sentido a la vida lo que realmente importa.
Hay una gran reflexión en el libro Homo Deus que podría explicar perfectamente este punto de unión mágico entre contenido y forma y que podría resumir lo que es la película: «Cada uno de nosotros tiene un sofisticado sistema que se deshace de la mayoría de nuestras experiencias, conserva solo unas pocas muestras bien escogidas, las mezcla con fragmentos de películas que hemos visto, novelas que hemos leído, discursos que hemos oído, y ensoñaciones propias, y con todo este revoltijo teje un relato en apariencia coherente sobre quién soy yo, de dónde vengo y a dónde voy». ‘Millennium Actress’ es eso, es la construcción de una persona, Chiyoko, a base de su imaginario, una gran ensoñación sobre lo que nunca fue más que en su cabeza.
‘Millennium Actress’ llega a ser tan completa y profunda a pesar de basarse en una simple premisa, que se podrían escribir mil y un motivos para encumbrarla como una película digna de aparecer entre los grandes títulos de la animación. Se me ocurre, por ejemplo, por sus subtemas, aquellos que residen en la sombra, que pasan más desapercibidos pero que acaban de dibujar un tono de película más serio del que parece: la guerra, la tortura, la obsesión de la humanidad por darle un papel a cada persona en el juego de la vida (como el bueno y el malo, tal y como explica un personaje) o la vejez, entre otros muchos. Grandes detalles que acaban de construir una gran película.