Cómo funciona la temporada de premios cinematográficos

El cine en Estados Unidos tiene un componente analítico-periodístico más impactante que en la mayoría de países con industrias audiovisuales estables como pueden ser Italia o Francia. La temporada de premios cinematográficos es seguida con lupa por la prensa y se suceden coberturas, artículos o perfiles de las películas más relevantes de cada año desde medios especializados en la tarea de cubrir la carrera. Así mismo, la industria establece un feedback y comparte este juego promocional con entrevistas, Q&A (Questions and Answers) o encuentros con la propia prensa, algo que es etiquetado con el término ‘campaña’.
En este interesante escenario es necesario una estructuración de los tiempos tanto de un lado como de otro, y es por eso por lo que existen fechas claves durante la carrera que sirven para calibrar el estado de las candidaturas cinematográficas que aspiran a conseguir la nominación al Oscar.
Para determinar esta clasificación temporal de la carrera al Oscar sería recomendable dividir los tiempos en tres fases: la festivalera, la de la crítica y la de la industria. En la primera se suceden los primeros festivales de cine del año, como el Festival de Sundance, la Berlinale o el Festival de Cannes, donde a las películas más esperadas por la industria se le suman esas que la crítica empieza a ensalzar desde su estreno en dichos certámenes. En la segunda, el nutrido circuito de organizaciones de críticos en Estados Unidos aclara o nubla el panorama de películas o nombres clave en la temporada de premios cinematográficos. En la tercera y última, los gremios de la industria y el cuerpo de votantes de La Academia fijan a sus favoritos acotando todo de manera oficiosa.
Circuito crítico
A pesar de que los festivales son encargados de insuflar la carrera de nuevas películas y de interpretaciones, a priori por debajo del radar de premios, todo comienza al terminar los certámenes de Venecia y Toronto, y Nueva York con los primeros premios del circuito crítico (NYFCC). Las asociaciones que rompen el hielo suelen ser la BSFC (Sociedad de Críticos de Cine de Boston) y LAFCA (Asociación de Críticos de Cine de Los Ángeles), aunque en un año normal, la primera patada la darían grupos como los Gotham Awards (galardones al cine independiente americano) o la NBR (National Board Of Review) con su famoso top 10 de mejores películas del año.

Los Independent Spirit Awards, asociación que también premia al cine independiente, cuyos nominados suelen saberse en el mes de noviembre y cuyos premios no se entregaban hasta el sábado, víspera de los Oscars, tuvieron que aplazar este año el anuncio de sus nominaciones hasta el pasado 26 de enero por la modificación de fechas provocadas por el coronavirus. Esto no es más que un ejemplo del baile de fechas que han sufrido diversas agrupaciones a la hora de servir de buen termómetro para comprobar el estado de la carrera. Algo parecido le ha ocurrido al American Film Institute (AFI), que suele pronunciar su célebre top 10 de películas del año en diciembre y este año tuvo que hacerlo un día antes de los Spirits.
El resto de estados que componen el panorama demográfico americano anuncia a través de sus respectivas organizaciones de críticos sus ganadores durante los meses de diciembre y enero, quedando la carrera preparada para lo que el mundo del cine conoce como la antesala de los Oscars: los Globos de Oro. Estos premios son gestionados por la Asociación de la Prensa Extranjera (HFPA) y tienen dos particularidades que hacen que sus decisiones sean bastante más dispares que lo que finalmente llega a los Oscars: su fragmentación por géneros de las categorías más importantes en Drama y Comedia o Musical y la división de su atención en obras cinematográficas y series de televisión.
Globos de Oro y premios de la industria
Los Globos de Oro están definidos por una clara pasión por premiar a celebrities consagradas y por películas imponentes. Debido al reconocible estigma que los Oscars tienen con las películas cómicas y al irregular criterio de los Globos para determinar la clasificación por categorías, es difícil reconocer un patrón de seguimiento entre los ganadores al Globo de Oro y las cintas que acaban ganando el Oscar a Mejor Película. Es el caso de ‘Green Book’, que ganó el Globo de Oro a la Mejor Comedia/Musical cuando claramente es una película dramática, o de ‘Parásitos’, que solo podía competir en la categoría de Película Extranjera en los Globos al no tener el mínimo de inglés hablado exigido (50%) y que acabó ganando el Oscar principal el año pasado.
Mencionadas estas particularidades que hacen a los Globos de Oro tan únicos como exasperantes y trazando un parámetro de comparación a partir de la entrada del nuevo siglo, el Globo de Oro y el Oscar han coincidido ocho veces desde el año 2000: En 2001 con ‘Gladiator’, al año siguiente con ‘Una mente maravillosa’, en 2004 con ‘El señor de los anillos: El retorno del rey’, en 2009 con ‘Slumdog Millionaire’, y luego tres veces en esta década, con ‘Argo’ en 2013, ’12 años de esclavitud’ al año siguiente, ‘Moonlight’ en 2017 y ‘Nomadland’ en 2021. Las cintas que lograron ganar en los Globos de Oro a la Mejor Película en Comedia/Musical y el Oscar a la Mejor Película fueron dos musicales, ‘Chicago’ en 2003 y ‘The Artist’ en 2012, y la ya mencionada ‘Green Book’ en 2019.

Más fiabilidad hay en las categorías actorales, con 14 coincidencias desde el 2000 en la categoría de Mejor Actor Drama (de las cuales las últimas ocho han sido consecutivas) y 13 en la de Mejor Actriz Drama. La diferenciación por géneros de los Globos también ha traído aciertos en la categoría de Comedia/Musical como el de Jean Dujardin por ‘The Artist’ en 2012, el de Emma Stone por ‘La La Land’ en 2017 o el de Olivia Colman por ‘La favorita’ en 2019, aunque aquí suele debatirse de manera algo polémica sobre los famosos fraudes de categoría donde se premia a un nombre en una categoría que no le corresponde, pero esto es otro debate que necesitaría de otro artículo para analizarlo en profundidad.
Mismas evidencias en las categorías secundarias interpretativas, con 16 coincidencias en los actores y 14 en las actrices desde el año 2000, aunque aquí sí hay que otorgar más mérito a los Globos porque es la única categoría interpretativa donde no se hace distinción de género y se conforma un quinteto híbrido. En la categoría de Dirección, los Globos han pronosticado con acierto el Oscar al Mejor Director 11 veces en los últimos 20 años. Como se puede apreciar, la Asociación de la Prensa Extranjera no es tan mal medidor de tendencias en la temporada de premios cinematográficos a pesar de su excentricidad a la hora de decidir y establecer sus propios criterios de nominación.
Premios de los Gremios y los Critics’ Choice
Antes de la celebración de la gala de los Globos de Oro los sindicatos que conforman los gremios de trabajadores de la industria hollywoodiense votan sus nominados en la que es la primera prueba fehaciente de cómo está verdaderamente la carrera. Los más importantes son el Sindicato de Actores (SAG), el Sindicato de Productores (PGA) y el Sindicato de Directores (DGA), con mención especial al Sindicato de Guionistas (WGA). El gremio actoral es el tentáculo más largo de los votantes de La Academia, por lo que sus nominaciones son muy buen baremo para consultar lo que piensa una parte importante del cuerpo de votantes académicos sobre el estado de la carrera en términos interpretativos.
16 de 20 es el porcentaje de acierto de los SAG con respecto a los Oscars en la categoría de Mejor Actor desde principios del siglo XXI. En esta última década concretamente, solo hubo una contradicción al premiar el gremio de actores a Denzel Washington por ‘Fences’ en el año 2017, siendo finalmente el Oscar para Casey Affleck por ‘Manchester frente al mar’, en una de las victorias más incontestables de la historia de la estatuilla dorada. En 2021 no hubo coincidencia, ya que Anthony Hopkins ganaba el Oscar sin haber ganado el SAG, que fue para Chadwick Boseman. Un acierto menos (15) se advierte en la categoría de Mejor Actriz, con solo tres desfases ocurridos en los últimos 11 años, los de Viola Davis por ‘Criadas y señoras’, Glenn Close por ‘La buena esposa’ y nuevamente Viola Davis por ‘La madre del blues’ ganando el SAG en detrimento de las al final oscarizadas Meryl Streep por ‘La dama de hierro’, Olivia Colman por ‘La favorita’ y Frances McDormand por ‘Nomadland’ en 2012, 2019 y 2021 respectivamente.

En las categorías interpretativas secundarias, 14 coincidencias masculinas de mismos ganadores tanto en los SAG como en los Oscars y 17 coincidencias femeninas. Aquí es curioso analizar un par de fenómenos acaecidos a principios de este siglo, y es que en el año 2001, Marcia Gay Harden ganó de sorpresa el Oscar por ‘Pollock’ después de no estar en casi ningún precursor de la carrera, sentando un precedente que jamás se ha repetido. Por otro lado, Jennifer Connelly ganó la estatuilla por ‘Una mente maravillosa’ en 2002 en la categoría de Mejor Actriz de Reparto pero los SAG la nominaron como Actriz Principal, propiciando un debate sobre lo que comentaba más arriba acerca del fraude de categoría.
En medio de la intervención de los sindicatos que conforman el organismo hollywoodiense, unos premios televisados se han erigido en los últimos años como una cita de curiosa relevancia cerca de los Oscars. Se trata de los Critics’ Choice Movie Awards, unos premios emitidos habitualmente por la cadena The CW entregados desde 1995 por la Asociación de Críticos de Retransmisiones Cinematográficas, la mayor agrupación de críticos de cine de Estados Unidos y Canadá.
Dentro de la temporada de premios cinematográficos, los Critics’ tienen en su contra que agrupan muchos nominados en sus categorías (solo en las ternas interpretativas se juntan hasta siete u ocho nombres), lo que significa que no se arriesgan a la hora de estilizarse como unos premios con personalidad y se limitan a votar a todo lo que ha gustado de forma general. A su favor, por el contrario, al ser premios seguidos por televisión, los ganadores aprovechan la plataforma para lanzar sus últimos alegatos en campaña en forma de discursos o detalles que atraigan la atención hacia ellos, lo que convierte la ceremonia en un buen trampolín de cara a los Oscars.
Desde su creación hace 26 años, los ganadores del Critic’s Choice y los ganadores del Oscar han coincidido 14 veces en la categoría de Mejor Película, 19 en la categoría de Mejor Director, 17 en la de Mejor Actor y en 14 ocasiones en la de Mejor Actriz. Este año, Frances McDormand tiene la posibilidad de hacer historia en estos premios al ser la única actriz que habría conseguido tres galardones tras su primer triunfo en 1996 por ‘Fargo’ y su segundo hace cuatro años por ‘Tres anuncios en las afueras’. De culminar con el Oscar, por el que es gran favorita, haría historia igualmente en estos premios al ser la única actriz viva con tres estatuillas a la Mejor Actriz. Se quedaría a uno de la leyenda de Katharine Hepburn, reina de la categoría con cuatro Oscars.

Para culminar esta fase de la carrera en la temporada de premios cinematográficos se reparten fechas el resto de sindicatos hollywoodienses, donde aglutinan protagonismo el gremio de productores, el de directores y el de guionistas. Desde 1990, fecha en la que se creó el galardón, el gremio de los productores de Hollywood es uno de los precursores más fiables a la hora de vaticinar a quién irá a parar el premio gordo de La Academia. El PGA y el Oscar han coincidido 22 veces, y desde 2008 hasta 2016 se produjo una línea de consenso entre ambas organizaciones que rompió la asombrosa victoria de ‘La gran apuesta’, la película de Adam McKay. En 2020 los productores premiaron a ‘1917’, una victoria que insufló de opciones a la película de Sam Mendes, aunque al final claudicó ante el gigante surcoreano de Bong Joon-ho, ‘Parásitos’.
Si el PGA es buen predictor del Oscar a Mejor Película, el DGA es casi infalible para saber quién gana la estatuilla dorada al Mejor Director. Desde su primera entrega, en el año 1948, solamente ha habido ocho ocasiones donde el director triunfador en los premios de su gremio no acabó alzándose con el Oscar: 1968, 1972, 1985, 1995, 2000, 2002, 2012 y 2019. 8 de 73 es el ratio de error del DGA, un dato simplemente espectacular. De nuevo aquí Sam Mendes, ganador el año pasado, saboreó las mieles del éxito por poco tiempo, pues volvió a ver cómo Bong Joon-ho le ganaba también el Oscar en la categoría de Dirección.
Por último, el sindicato de guionistas hollywoodienses se caracteriza por unos criterios exigentes para participar en los Writers Guild Awards que descalifican a veces a películas importantes, como por ejemplo requerir el tener una membresía oficial con el gremio. Este criterio anula por ejemplo la candidatura póstuma de Jack Fincher, padre de David Fincher, por su trabajo en ‘Mank’ este año al no haber sido miembro mientras vivía. Esto le resta algo de relevancia con los Oscars, pero igualmente es interesante analizar la estadística para comprobar el grado de semejanza de los guiones que triunfan aquí y que luego tienen opciones de ganar el Oscar.

Es conveniente mencionar que estos premios sufrieron una reestructuración constante con categorías que se fueron retirando o renombrando hasta bien entrado el siglo XX. Las categorías de Mejor Guion Original y Mejor Guion Adaptado se unificaron definitivamente en 1985 y siguen igual hasta el día de hoy. Dicho esto, y aprovechando el mismo 1985 para trazar una comparativa temporal, 23 veces ha coincidido el WGA al Mejor Guion Original con el Oscar y en 24 ocasiones el Mejor Guion Adaptado con el Oscar. También es interesante advertir que son muchas las veces desde mitad de los años 80 donde los guiones de ambas categorías han ganado tanto en los WGA como en los Oscars, concretamente en 14 ocasiones
BAFTA, Spirits y Oscars
La recta final de la carrera tiene, haciendo un símil ciclista, un último puerto de crucial importancia. Hollywood pone el ojo en el Reino Unido para observar lo que decide la Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de la Televisión, abreviadamente conocida como BAFTA. Hablando de manera coloquial, son algo así como los ‘Oscars ingleses’, y los entregan los alrededor de 6.500 que componen el cuerpo de votantes de dicha organización. Normalmente, estos premios se celebraban entre los meses de abril y mayo, pero en 2001 se decidió que se celebraran en febrero para preceder a los Oscars en un claro movimiento corporativo entre ambas academias.
Los BAFTA, que son televisados por la BBC y seguidos desde América por la filial estadounidense de la cadena, tienen una política abierta en cuanto a la nacionalidad de sus nominados y nominadas salvo en dos categorías concretas, Mejor Película Británica y Mejor Director, Productor o Guionista Británico Novel. Es por esto por lo que es un precursor vital para la carrera, porque es casi la última escala televisada para sumar puntos a las campañas y por su posición estratégica debido a la inmediación temporal con los Oscars. Varias candidaturas que lograron nominación al Oscar lo hicieron por aparecer a última hora en los BAFTA y terminar colándose dentro de las nominaciones.
Tomando de nuevo como punto de partida el inicio del nuevo siglo, se cuentan nueve coincidencias entre la ganadora del BAFTA y la ganadora del Oscar a la Mejor Película. Desde 2009 a 2014 hubo seis aciertos consecutivos, pero desde la victoria de ‘Birdman’ en 2015, el BAFTA siempre ha errado el tiro con respecto a la película ganadora del gran premio de La Academia hasta que ‘Nomadland’ en 2021 acabó con esta racha. Lo curioso con estos galardones es que, como se mencionaba previamente, sirven a veces para dar la sorpresa y asaltar el quinteto de nominados al Oscar sobre la bocina. Es el caso de gente como Lesley Manville por ‘El hilo invisible’ en 2018, Gary Oldman por ‘El topo’ en 2012 o Pawel Pawlikowski por ‘Cold War’ como Mejor Director en 2019.

Después de los BAFTA, la carrera tiene unos días más de vida hasta que se cierran las votaciones para determinar los ganadores de los Oscars. Lo que queda ya hasta la gala de los Oscars son premios de gremios estéticos o técnicos como los del Sindicato de Diseñadores de Vestuario o los de la Asociación de Directores de Fotografía, y algunos premios centrados en una esfera concreta como los Annie Awards, que premian la animación. Justo antes de que la alta esfera de Hollywood se junte en el Dolby Theatre de Los Ángeles, la temporada de premios hace una última escala en la playa de Santa Mónica, California, para los Independent Spirit Awards.
Hasta 1999, estos galardones que ensalzan lo mejor del cine indie de la temporada de premios cinematográfica, se celebraban el día anterior a la gala de los Oscars. Desde entonces, los Spirits tienen lugar el sábado anterior a la ceremonia de los premios más importantes del cine. Aunque ya todo está cerrado, los Spirits sirven para descansar un poco de todo el exhaustivo recorrido durante meses y relajar la tensión disfrutando de esos ganadores que no tienen la suerte de estar entre las nominadas al Oscar o reconociendo a esas películas que han quedado ensombrecidas por otras de mayor envergadura. Celebrada esta gala, Hollywood se despierta para la más importante de sus noches. Saca el esmoquin, posa en la alfombra roja y espera el resultado final de una carrera que empieza a veces hasta un año atrás.
Los Oscars son el broche de oro para una temporada de premios cinematográficos que, como se puede advertir en este exhaustivo artículo, es tan agotadora como interesante. Un recorrido que dura meses donde las estrellas ven ir y venir sus nombres y donde las películas aparecen y desaparecen con una frecuencia a veces impredecible. Es un camino que los encargados de cubrirlo a veces lo disfrutan, otras lo sufren y otras lo aman, pero siempre lo admiran, año tras año. La carrera al Oscar se resume, con algo de brocha gorda (porque es imposible condensarla toda ella en un artículo web), con un texto como este, que sirve de guía y de referencia para entender o seguir el devenir de una de las épocas más bonitas para el periodismo cultural y sobre todo para el séptimo arte.