
Ni la gran favorita, la estadounidense ‘Time’, ni el documental rumano ‘Collective‘, ni el chileno ‘El agente topo‘, el Oscar al Mejor Documental ha ido a parar a ‘Lo que el pulpo me enseñó‘, una producción sudafricana de Netflix que nos sumerge en el ecosistema marino. A pesar de su título, que ha inspirado alguna que otra meme en redes sociales, lo cierto es que la película, dirigida por Pippa Ehrlich y James Reed, llegaba fuerte a la ceremonia después de ganar el BAFTA y el premio del Sindicato de Productores, por lo que no subestimemos esta película que nos cuenta la curiosa amistad forjada entre un cineasta y un pulpo.
Tras años de rodaje de algunos de los animales más peligrosos del planeta, el cineasta y documentalista Craig Foster estaba agotado y deprimido, y sus relaciones familiares estaban en crisis. Decidió poner fin a su carrera para reencontrarse con sus propias raíces: el mágico mundo submarino del bosque de algas frente a la costa de su ciudad natal, Ciudad del Cabo (Sudáfrica). Durante casi una década, Craig buceó a diario en las gélidas aguas, abandonando el traje de neopreno y el equipo de buceo en uno de los lugares con mayor densidad de depredadores del planeta. El pulpo común que conoció y rastreó se convirtió primero en su sujeto y luego en su maestro, mostrándole cosas que ningún ser humano había presenciado. Rodada a lo largo de ocho años, con 3.000 horas de metraje, ‘Lo que el pulpo me enseñó’, documenta una amistad única, una interacción y una inteligencia animal nunca vistas.
¿Cómo se rodó el «documental del pulpo» que ha ganado el Oscar?
El ecosistema marino sudafricano está repleto de criaturas diminutas y medianas que se esconden, en su mayoría, de los grandes depredadores que viven en el bosque. No es fácil encontrar a los animales que se intenta filmar. Por eso Craig Foster pasó años desarrollando un sistema de rastreo submarino que le permitiera encontrar incluso a las criaturas más crípticas, incluido un cefalópodo de ocho brazos, que cambia de forma y es casi invisible. Pippa Ehrlich, una de las directoras del documental, pasó meses aprendiendo a rastrear pulpos con Craig.

Gran parte de la acción y el comportamiento tienen lugar en aguas relativamente poco profundas. El rodaje requirió un movimiento cuidadoso y, con ciertos animales, hubo que meterse en espacios minúsculos. Para muchas tomas, esto impedía los grandes equipos de cámara que se utilizan en la mayoría de las filmaciones de historia natural. El uso de un equipo más pequeño también significaba que Craig podía rodar sin bucear y no utilizar un traje de neopreno. A lo largo de años de inmersión diaria ha adaptado su cuerpo para hacer frente al frío. Pippa también había entrenado su cuerpo de esta manera y todo el rodaje que hicieron juntos no incluía trajes de neopreno ni equipos de buceo. Esto significó que Pippa tuvo una experiencia de inmersión total todo el tiempo que estuvo dirigiendo y editando el documental ‘Lo que el pulpo me enseñó‘.
Aparte de algunas tomas increíbles con Roger Horrocks (director de fotografía), Craig estuvo solo durante la mayor parte del tiempo que pasó con los pulpos. Para ciertas tomas pudo colocar la cámara en el fondo marino y captar sus interacciones, pero en ese momento no pensaba en crear un largometraje, por lo que estas tomas eran preciosas y escasas y son sin duda algunas de las escenas más impactantes de la película. Para contar el resto de la historia fueron necesarios meses de rodaje adicional, centrado sobre todo en Craig.
«Me conmovió muchísimo pensar que un invertebrado, básicamente, un molusco, sacrificaba su propia vida por sus crías». Craig Foster
En un par de ocasiones especiales, cuando la claridad del agua era especialmente buena, o para filmar a Craig con las focas, el director de fotografía salíacon su RED. También se necesitaba material adicional para mostrar el propio bosque de algas: tomas genéricas del bosque marino, otros animales y su comportamiento y tomas de objetivos largos muy especializados.

Uno de los debates más duros se centró en cómo transmitir los aspectos de conservación de la película y el grado de mensaje manifiesto que debía tener. Desde el principio hubo dudas sobre cómo debía contarse la historia. ¿Sería una película de historia natural con una voz en off convencional? ¿Debería aparecer Craig en una entrevista? ¿Y qué pasa con otras personas que han conocido al pulpo y han formado parte del viaje de Craig? ¿Deberían aparecer también en la cámara? Unas primeras ediciones de los primeros minutos dejaron claro que incluir a otros personajes era confuso y diluía la historia.
Para Craig, ésta era una experiencia nueva. Era un cineasta experimentado y había pasado miles de horas detrás de una cámara y, aunque todas sus películas exploran la interfaz entre los seres humanos y el mundo salvaje, él nunca había sido el sujeto de su historia. La idea de estar en la cámara como personaje central, en lugar de limitarse a narrar en segundo plano, le intimidaba. Pero poco a poco se fue acostumbrando a la idea y le pareció cada vez más importante para dar a la película una voz auténtica y accesible. Pippa intentó entrevistar a Craig en varias ocasiones, pero como ya le conocía a él y a la historia tan bien, estas entrevistas no parecían funcionar. Al final, se optó por un enfoque alternativo que incluía la voz en off con tomas de Craig en la historia, pero nunca hablando directamente a la cámara. Aunque la narración era fuerte y emotiva, algo no encajaba. Sin ver a Craig hablando a la cámara no había una autenticidad suficientemente profunda en la historia.
A finales de 2018, Pippa y Craig llevaban 18 meses trabajando. Pippa había dejado un trabajo remunerado y había asumido este proyecto a tiempo completo. El equipo de Off The Fence se dio cuenta de que estaban demasiado cerca de la historia y necesitaban una mirada objetiva. Se pusieron en contacto con James Reed, un popular y premiado cineasta afincado en Bristol. Tenía una gran habilidad para contar una historia reduciéndola a sus detalles esenciales. Se le envió la película y todos se emocionaron cuando aceptó venir a bordo para realizar una entrevista con Craig y ayudar a reconstruir el montaje en torno a esta conversación, un enfoque narrativo que domina.
‘Lo que el pulpo me enseñó’ se ha convertido en una de las producciones virales de Netflix desde su estreno. Su protagonista, Craig Foster, quiere que la película inspire el cambio. Seguro que el Oscar documental que ha ganado ayudará a que más personas lo vean y disfruten siendo cómplices de esta inusual intimidad con la naturaleza.