
Esta 4ª edición de INDIE & DOC Fest Cine Coreano se ha celebrado en el marco del 10º aniversario del Centro Cultural Coreano de Madrid. Debido a tal especial ocasión, se ha ampliado el número de películas, siendo el doble que el año pasado. Así se presentaron un total de 18 películas independientes de Corea, divididas en tres secciones: cortometrajes, con la temática de las personas y sus vidas; largometrajes, enfocados en Corea como país cambiante a través de las familias y sus espacios; y la sección especial “Un viaje hacia mi interior”.
A pesar de la crisis en la industria cinematográfica, el cine indie coreano se está enriqueciendo gracias a su espíritu firme. En Corea, a lo largo del año 2020 se estrenaron 106 películas independientes de un total de 615, lo que supone un 29,8% de la cuota manteniendo así los mismos datos que el año anterior. El 4º INDIE & DOC Fest Cine Coreano supone una puerta al exterior para dar a conocer el cine independiente coreano fuera de sus fronteras.
Estos son los cinco largometrajes que hemos visto en esta cuarta edición.
Evaporated (Corea del Sur). Dir. KIM Sung-min
La hija pequeña de Choi Yong-jin desapareció hace unos años. Tras buscarla por todas partes, las únicas pistas que recibe proceden de distintas personas que se dedican a llamarle cada vez que creen haber visto a la niña. Durante años, Yong-jin sigue estas mismas pistas además de continuar investigando qué pudo pasar con su hija y dónde puede estar ahora.
Un documental muy cinematográfico, que en ocasiones parece más ficción a pesar de ser la dura realidad, haciéndonos poner no solo en la piel de Yong-jin, sino también en la de Joon-sun, la hija mayor y hermana de la desaparecida. Su padre, que vive por y para desentramar lo que sucedió con su hija pequeña, ha abandonado totalmente a Joon-sun. Aunque los dos sufrieron de manera traumática su pérdida, ninguno de ellos se apoyó en el otro. Joon-sun lo tuvo difícil en el momento en el que su padre prácticamente desapareció de su vida por la obsesión de la investigación. Es una obra dura, llena de misterios y emociones, sin duda de las mejores del festival.
Land and housing (Corea del Sur). Dir. KIM Ki seong
Los vecinos de la zona de Bongmyeong, en la ciudad de Cheongju, deben abandonar sus hogares, en los que llevan viviendo media vida, a causa de un plan de renovación urbanística que se quiere llevar a cabo allí. Construido inicialmente como una zona residencial, lleno de naturaleza y casas, había sido dedicada a las familias con pocos recursos. Las mismas que, ahora, deben acabar de pagar sus casas aunque ya no vivan en ellas y que, tras su reconstrucción, deberán volver a comprar a un precio más elevado si quieren volver.
Este documental costumbrista, que tiene la voluntad de mostrar una vida cotidiana con la normalidad que la rodea, las experiencias de un barrio vecinal que está llegando a su fin, deja claro su mensaje, sutil pero que le sirve de motor para construirse: los marginados por sus niveles adquisitivos siempre saldrán perdiendo en un país tan capitalista como el suyo.
Lucky Chan-Sil (Corea del Sur). Dir. KIM Cho-hee
Chan-sil, a sus cuarenta años y tras media vida siendo la productora del director con el que ha desarrollado toda su carrera cinematográfica, se queda en paro cuando éste muere repentinamente. Necesitando el dinero desesperadamente, empieza a trabajar limpiando la casa de una de sus actrices, a la que considera como una hija. Chan-sil se siente como en un limbo: ama el cine pero incluso duda de ello, está totalmente perdida en todos sus aspectos. Cuando su vida como la conocía se rompe, todo se desmorona. Pero, en ese momento, un rayo de luz aparece para ilusionarla de nuevo: un hombre, un amor, algo que nunca tuvo.
Chan-sil ha sido toda su vida una mujer independiente, que ha puesto por encima de todo su vida profesional simplemente porque amaba hacer su trabajo. Eso la ha llevado a ser cuestionada, no solo por los demás sino por ella misma, cuando la sociedad le recuerda que, a sus cuarenta años, no es normal seguir soltera. Eso abre una importante brecha en la mente tan estructurada de Chan-sil: ¿qué quiere de verdad para su vida?
Baseball Girl (Corea del Sur). Dir. CHOI Yun-tae
Soo-In es una increíble jugadora de béisbol en un escenario donde su talento es menos importante que su género. Jamás una chica ha formado parte de un equipo profesional de este deporte pero a ella le da igual, quiere luchar por ello. Nadie cree en que pueda conseguirlo, incluso ella misma duda. Al fin y al cabo, todos ellos han crecido con una idea implantada en su cabeza, la de la diferencia entre géneros, la clasificación en el mundo profesional y personal de cada uno de ellos, encerrados en cajones que no se pueden abrir. Y, aunque en la película no se haga explícito este hecho, flota en el aire como una verdad absoluta aceptada por todos ellos.
La película es simple pero efectista, emotiva y motivacional, que hace recordar que debemos luchar por nuestros sueños y deseos aunque vayamos a contracorriente, aunque la familia y los amigos duden de ello y uno mismo flaquee. ¿Por qué Soon-In debería abandonar sus aspiraciones cuando, además, podría tener un futuro esplendoroso por delante?
Sunset in my hometown (Corea del Sur). Dir. LEE Joon-ik
Rompiendo el tono del festival, como una lluvia fresca en un día caluroso, ‘Sunset in my Hometown’ es una delicia de ver. La hilarante pero a la vez triste historia de Hank-soo se basa en el intento reiterado, durante toda la vida, de conseguir lo que quiere y nunca consigue. En todos los aspectos. Sin nunca rendirse, Hank-soo lucha, a su manera, por ser feliz.
Al igual que ‘Baseball Girl’, y comprobando cómo a los surcoreanos les gustan las historias de superación, el protagonista tiene un anhelo que quiere alcanzar como sea, talento para ello y unos cuantos obstáculos que, en esta película, son una serie de infortunios que dibujan un cuadro un tanto peculiar y muy entretenido de ver. La empatía es un ingrediente que se repite a lo largo de todas las películas de esta nueva edición del INDIE & DOC Fest Cine Coreano, pero más en este último filme. Hank-soo nos representa a todos, la inocencia y las ganas, la desesperación ante el fracaso y el volverlo a intentar, lejos de discursos épicos y un héroe como protagonista.