En ‘Sin tiempo para morir’, James Bond se ha retirado del servicio activo y disfruta de una vida tranquila en Jamaica. Pero la calma solo dura hasta que su viejo amigo Felix Leiter, de la CIA, le pide ayuda. La misión de rescate de un científico secuestrado acaba siendo mucho más peligrosa de lo que parece, llevando al agente 007 seguir los pasos de un misterioso hombre armado con una nueva y peligrosa tecnología.

Hubo una época en que las películas de James Bond eran aventuras separadas, aunque unidas entre sí por personajes malévolos y benignos. La productora de la popular franquicia cinematográfica siempre quiso que la serie de Daniel Craig formara un conjunto. ‘Quantum of Solace’ (2008) recogió la historia de ‘Casino Royale‘ (2006), donde se describían los comienzos de James Bond como agente secreto de clase doble cero. ‘Skyfall‘ (2012) encajó a la perfección revelando importantes aspectos de la vida anterior de Bond. Ahora, la vigésima quinta entrega empieza donde acabó ‘Spectre‘ (2015), cuando vimos a Bond (Daniel Craig) y a Madeleine Swann (Léa Seydoux) alejarse en el Aston Martin DB5.

Temas relativos a los secretos, la traición y la confianza recorrieron las últimas cuatro películas para impulsar la historia hacia una electrizante conclusión en ‘Sin tiempo para morir’. Después del dolor que le produjo la pérdida de Vesper Lynd (Eva Green) en ‘Casino Royale’, de los altibajos en su relación con M y el MI6, y el sufrimiento causado por las revelaciones de Blofeld (Christoph Waltz), James Bond vuelve a arriesgarse y baja la guardia, dispuesto a amar otra vez.

Sin tiempo para morir
Daniel Craig y Cary Joji Fukunaga durante el rodaje de «Sin tiempo para morir»

Cary Joji Fukunaga, el primer estadounidense que dirige una película Bond

Cary Joji Fukunaga es el primer estadounidense que dirige una película Bond. El cineasta descubrió a James Bond cuando en 1985 vio la última entrega protagonizada por Roger Moore, ‘Panorama para matar’, en el cine de su barrio. “Recuerdo que me encantó el final en el puente Golden Gate”, dice. “Tuve la impresión de que Bond había venido a mi mundo. Era una película genial con Roger Moore repartiendo a diestro y siniestro”.

Su carrera como guionista, productor y director despegó, pero nunca olvidó esa primera experiencia y no perdió la esperanza de tener la oportunidad de dirigir una película Bond en algún momento. Al igual que los productores, le gustaba el recorrido emocional de Bond en las cuatro entregas anteriores. “Después de ver ‘Casino’, ‘Quantum’, ‘Skyfall’ y ‘Spectre’, queda bastante claro lo que ha vivido el personaje de Bond”, dice.

Daniel Graig, su último papel como Agente 007

Daniel Craig vuelve por quinta y última vez para cerrar un recorrido que presentó a un nuevo y moderno James Bond al mundo. Por excelente que sea en algunos campos, el Bond de Daniel Craig no es infalible. No es un héroe mítico y legendario, aún le queda mucho por aprender. Bond es un héroe multifacético, y un hombre cuyo éxito se ve en ocasiones diluido por algunos fallos. Es una mezcla de luces y sombras Cuando pronuncia una frase breve, suele ser una amenaza velada.

Sin tiempo para morir, interpretado por Daniel Craig
«Sin tiempo para morir» es la última película de la saga Bond que protagoniza Daniel Craig.

Los espectadores han sido testigos de este cambio. Han visto a Bond aprender a ser agente secreto, ganarse la licencia para matar, y se han dado cuenta del esfuerzo que todo esto implica. Es un hombre solitario, aún no ha aprendido a dejar que se le acerquen. Amó y perdió a sus seres queridos. Perdió a Vesper Lynd. Perdió a M. Y estas heridas siguen abiertas.

La mejor secuencia  de acción: el icónico Aston Martin DB5

El enfoque de Cary Joji Fukunaga rodando secuencias de acción es muy específico al haber dirigido personalmente la segunda unidad en películas anteriores. Se aseguró de que cada secuencia de ‘Sin tiempo para morir’ impulsara la historia con momentos emotivos claves y mucha tensión.

“Soy capaz de aburrirme viendo secuencias de acción si la historia no nos lleva a alguna parte. En Italia, por ejemplo, pasa algo más durante la persecución en coche”, sigue diciendo. “Ocurre en todas las secuencias de acción. Tampoco estoy diciendo que hayamos reinventado el cine, pero sí hemos llevado a Bond a situaciones emocionales a las que no había tenido que enfrentarse en anteriores momentos de acción”.

Una secuencia de acción, dramática y de gran intensidad se desarrolla desde el principio de ‘Sin tiempo para morir’ con el tan esperado regreso del icónico Aston Martin DB5. De hecho, el papel del vehículo en la escena final de ‘Spectre’ permitió una transición impecable a ‘Sin tiempo para morir’ ya que la historia se reanuda con Bond y Madeleine conduciendo por la costa de Italia. A continuación, el coche es el centro de una memorable persecución por las estrechas y laberínticas calles de Matera, en el sur de Italia.

Para rodar la secuencia de Matera, se usaron dos DB5 clásicos e idénticos. En la mayoría de primeros planos en los que Bond y Madeleine suben y bajan del coche, se utilizó el vehículo propiedad de EON que ya se había visto en ‘GoldenEye, El mañana nunca muere’, ‘Skyfall’ y ‘Spectre’. Todo el trabajo con los especialistas se rodó con ocho réplicas del DB5 construidas específicamente para el rodaje por los ingenieros de Aston Martin.

Dos de los ocho modelos se prepararon para incluir artefactos como cortina de humo, distribuidor de minas y ametralladoras. En otros dos se instalaron mecanismos que permiten a los conductores controlar el coche estando sentados en el techo. Solo así se puede rodar a los actores sentados dentro del vehículo y yendo a gran velocidad.

Sin tiempo para morir, dirigida por Cary Joji Fukunaga
Escena de acción con el icónico Aston Martin DB5

Hay otros tres Aston Martin en la película, entre los que destacan el clásico Aston Martin V8 que en 1987 condujo Timothy Dalton como Bond en ‘007: Alta tensión’. También está uno de los ultimísimos modelos de Aston Martin, el Valhalla. Lo vemos en el túnel de viento en el laboratorio de Q cuando M recibe una llamada de Bond.

Además de aumentar la tensión, Cary Joji Fukunaga y los productores también querían que las secuencias fueran realistas. Daniel Craig siempre intenta hacer lo máximo posible antes de recurrir a un doble. “Quiere que las secuencias de acción se diseñen para poder hacer lo máximo posible. Tuvimos la mala suerte de que se dañó un tobillo muy al principio del rodaje en Jamaica, lo que nos obligó a posponer gran parte de la acción para el final, mientras él se sometía a una durísima rehabilitación para conseguirlo. Es increíble ver de lo que es capaz”.

En otra parte de la película hay una escena muy peligrosa y tensa en un arrastrero a punto de naufragar. El barco vuelca y empieza a hundirse. “Una vez que supimos cómo iba a hundirse, hubo que crear un mecanismo que lo hiciera volcar”. El mecanismo se construyó en la enorme piscina de los estudios Pinewood con un giro de 90 grados para que la escalera y la sala de motores acabaran en una posición muy poco habitual. “A continuación inyectamos grandes cantidades de aire comprimido en el interior para que diera la impresión de estar hundiéndose”, explica el supervisor.

La mayor explosión de toda la película corresponde al momento cumbre y tiene lugar en los terrenos del Ministerio de Defensa ubicados en la llanura de Salisbury. “Hubo que realizar tres explosiones en una sola toma”, recuerda. “Son tres enormes grutas saltando por los aires, y cada explosión se acerca más a la cámara”. “La primera explosión ocurre a 230 metros de la cámara, la segunda a 130 metros, y la tercera solo a 30 metros. En una hay 40 kilos de explosivos y entre 120 y 160 litros de combustible. Solo eran tres explosiones, pero muy grandes”. Las explosiones se diseñaron para imitar una bomba antibúnker disparada desde un buque de guerra de la Marina Real Inglesa.

Película 25 de la saga Bond
Daniel Craig y Lashana Lynch en el rodaje de una de las secuencias de acción de «Sin tiempo para morir»

La música de ‘Sin tiempo para morir’

Ninguna saga puede vanagloriarse de tener tantos temas musicales como James Bond, y con la vigésimo quinta entrega y también el último capítulo protagonizado por Daniel Craig, ‘Sin tiempo para morir’, los productores eran conscientes de que necesitaban a un compositor excepcional. No dudaron en hablar con Hans Zimmer, premiado por la Academia de Hollywood.

Hans Zimmer también era consciente de la importancia de esta película para su protagonista. “Después de haber compuesto la música de las tres películas de Batman, siempre decía: ‘Para ustedes solo son tres películas, para mí son 12 años de mi vida’. Para Daniel es lo mismo; Bond significa 15 años de su vida, y merece ser tratado con respeto y humildad”.

El innovador enfoque de John Barry, una combinación de pop, jazz y estilos clásicos, dio pie a un nuevo tipo de música cinematográfica. Colabora habitualmente con cantantes y bandas de moda como Shirley Bassey y Duran Duran. Los productores de Bond siempre han mantenido la tradición, invitando a cada entrega a un o una icónico/a vocalista a participar en la pista de los emblemáticos títulos de crédito.

En esta ocasión se decantaron por Billie Eilish, ganadora de cinco Grammy. “Me dieron una canción compuesta por ella y su hermano, Finneas O’Connell. Solo era una maqueta, pero enseguida dije: ‘No quiero nada más, la tenemos’”, explica Hans Zimmer. “No conocían la historia, pero su canción era una historia. Es relevante y está cantada por alguien muy joven que parece poseer un corazón muy sabio”.

Fuente: Universal Pictures

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