
El Festival de Sitges 2021 sigue en marcha hasta el próximo domingo. El certamen, que ha recibido durante estos días a invitados de la talla de Mamoru Hosoda o Nick Antosca, puede presumir ya de un contundente éxito de público, confirmado por la organización con unas cifras de venta de entradas que están al borde del récord a pesar de que el aforo aún esté limitado al 70% debido a las restricciones sanitarias aún en vigor en Cataluña.
Las quinielas empiezan a rondar en las cabezas y conversaciones de los acreditados, que sitúan a ‘Lamb’ y ‘The Innocents’ como máximas aspirantes a ocupar el palmarés. Mientras tanto, el público agota las entradas para todas las sesiones de la última entrega de ‘Halloween’ y para muchos otros títulos que se proyectan en el Auditori (encontrar entradas en los días festivos y los fines de semana ha sido una misión casi imposible para los fans del festival). Hablamos a continuación de varios de los títulos más destacados que hemos podido disfrutar estos días en Sitges 2021.
Halloween Kills (USA). Dir. David Gordon Green
La duodécima entrega de las andanzas del indestructible asesino Michael Myers era sin duda una de las citas más esperadas por los fans del terror en este Sitges 2021. Tras debutar con una interesante contribución a la inagotable saga en 2018, David Gordon Green repite tras la cámara en una entrega que sitúa su arranque tan solo unos minutos después del desenlace de ‘La noche de Halloween’ con la sufrida Laurie Strode aún convaleciente en el hospital tras haber acabado finalmente (o eso cree ella) con Michael.
Con Laurie fuera de juego (una Jamie Lee Curtis entregada e indisociable de su personaje más icónico), la película plantea en esta ocasión una batalla grupal de la localidad de Haddonfield contra los nuevos y brutales ataques de Myers. La caza colectiva y los enfrentamientos entre los distintos representantes del pueblo por imponer sus propias estrategias para acabar con el asesino, pretenden ser un reflejo de la América de Trump y las respuestas populistas de su administración frente a la inseguridad ciudadana.
A Gordon Green se le atragantan los paralelismos políticos, que además dan la impresión de ser el único clavo al que el guion se agarra para urdir algo parecido a una trama que hilvane unas cuantas escenas de puro slasher que ofrecen (estas sí) lo que los fans de la saga esperan. En cualquier caso, estamos ante un capítulo exclusivamente recomendable para completistas poco exigentes, que evidencia serios síntomas de agotamiento en la saga y pide a gritos que el ‘Halloween Ends’ que se anuncia para el año próximo, sea un auténtico cierre para la historia de Myers. Y a poder ser, que tenga algo más de brío que esta entrega descafeinada.
Lamb (Islandia). Dir. Valdimar Jóhannsson
El cine islandés viene ofreciendo al público festivalero agradables sorpresas en las últimas décadas. El debut de Valdimar Jóhannson en el largometraje puede sumarse a una generosa lista de títulos recientes de diversos géneros, como ‘El valle de los carneros’ o ‘Un blanco, blanco día‘, que utilizan el paisaje y peculiar orografía de la isla para enmarcar historias sobre el aislamiento y los vínculos familiares, en una tierra en la que los espacios naturales vacíos y la escasez de luz amenazan con fagocitar las relaciones entre los individuos.
‘Lamb’ se plantea como una fábula que centra su foco en la maternidad, y para ello nos presenta a una pareja sin hijos que vive plácidamente cuidando de su rebaño de ovejas hasta que una cría de cordero le da un inesperado giro a sus vidas. Conviene no revelar mucho más sobre el devenir un filme en el que el director explota con acierto el choque entre la economía expresiva de la narración con lo impactante del recurso fantástico que pronto irrumpe en escena. Lo hace además sin sobreexplicar un subtexto que resulta meridianamente claro, sin falta de que los personajes verbalicen explicitamente los conflictos morales que se plantean.
La película está hábilmente dividida en tres actos diferenciados y, si acaso, podríamos achacar ciertos problemas de lógica interna al último tercio del relato, entendibles en cualquier caso en la búsqueda de un desenlace de cierto impacto para una película que por lo demás triunfa al combinar con habilidad sus elementos fantásticos y dramáticos. Destaca también una excelente interpretación de la actriz sueca Noomi Rapace, que lidera un reparto en el que brillan hasta los actores no humanos.
El páramo (España). Dir. David Casademunt
Entre las películas españolas de Sitges 2021 encontramos ‘El páramo’, ópera prima de David Casademunt que podrá verse en Netflix en enero de 2022. La película está protagonizada por Inma Cuesta, Roberto Álamo y el joven Asier Flores (‘Dolor y Gloria’) que dan vida a una familia que vive aislada en una casa de campo para protegerse de una misteriosa amenaza exterior. Un día el padre ha de salir de la casa y su regreso se alarga más de lo previsto, lo que provoca que madre e hijo tengan que enfrentarse en solitario a los monstruos que habitan fuera (y dentro) del hogar.
Estamos ante un filme de guion sencillo y efectivo, cuyo argumento se sostiene sobre una estructura de doble lectura que remite a cierto cine de Juan Antonio Bayona. ‘El páramo’ tiene una duración ajustada a la sencillez de su relato y gana enteros gracias a la labor de sus actores y a un notable apartado visual que le debe mucho al excelente trabajo de fotografía de Isaac Vila y que bien merece una gran pantalla en la que disfrutarse.
Limbo (Hong Kong). Dir. Soi Cheang
El cineasta macaense Soi Cheang, que presentó hace unos años en Sitges ‘Motorway’ estrena ahora una llamativa pieza de neonoir que ha despertado una de las más animadas controversias entre el público de este Sitges 2021. Su abigarrada estética echa mano de una preciosista fotografía en blanco y negro, que contrasta con lo violento del relato y lo desagradable de algunos de los escenarios que retrata, ligados a los rincones más sucios de las grandes urbes.
Su argumento abraza numerosos arquetipos de un clásico filme policial: desde el veterano detective torturado, al joven compañero de ideales bien distintos, a la femme fatale a la que se le brinda una posibilidad de redención. El filme acusa un metraje algo excesivo y brilla en las secuencias de acción, aunque abuse por momentos de la cámara lenta, privilegiando lo estético sobre el ritmo narrativo. Lo que no parece justificado en ningún caso es la insistencia del guion en machacar a su protagonista femenina, atrapada en un limbo redentor del que Cheang parece pretender sacarla a base de golpes.
Mad God (USA). Dir. Phil Tippett
El reputado especialista en efectos especiales Phil Tippett, reconocido por sus contribuciones a la legendaria factoría Industrial Light & Magic, llevaba varias décadas trabajando en su primer proyecto como director, que al fin ve la luz cuando su creador acaba de cumplir 70 años. ‘Mad God’ es un impactante filme de animación stop-motion que nos sitúa en un universo onírico que intuimos como plasmación monstruosa de los rincones más oscuros del alma (post)humana.
El diseño de personajes y escenarios es sencillamente aterrador, y su autor puede presumir de una obra que no se parece a casi nada que hayamos visto en una pantalla. Su cromatismo puede remitir las pinturas negras de Goya filtradas por una estética cyberpunk, aunque cualquier intento por describir su aspecto visual con comparaciones resultará fallido. ‘Mad God’ es una experiencia única que, no obstante, reta al espectador a abrazar unos códigos narrativos que, por crípticos y tenebrosos, pueden espantar a determinadas audiencias.