El Festival de Cine de Gijón 2021 sigue en marcha hasta el próximo sábado, día en el que el certamen celebrará su gala de clausura con la proyección de la cinta francesa ‘Tralala’ (Arnau & Jean Marie Larrieu). Hasta entonces, los espectadores asturianos podrán disfrutar en las salas de unas buenas dosis de cine independiente, que también está disponible (en una pequeña muestra) en la plataforma Filmin.

El festival  ha recibido estos días la visita de la francesa Sandrine Veysset y del portugués João Rosas, dos realizadores que son objeto de retrospectiva este año en Gijón. También han pasado por la ciudad asturiana Jonás Trueba y Ainhoa Rodríguez, autores de dos de las cintas españolas más aclamadas por la crítica este año: ‘Quién lo impide’ y ‘Destello Bravío’, que han sido presentadas en dos sesiones especiales con coloquio para el público. Repasamos a continuación varias de las películas que hemos visto estos últimos días en el festival.

Mass (USA). Dir. Fran Kranz

El actor Fran Kranz debuta en la dirección con la impactante ‘Mass’, película de hechuras teatrales que reúne en un pequeño espacio anexo a una capilla a dos parejas enfrentadas al duelo por la muerte de sus hijos. Mientras Martha Plimpton y Jason Isaac encarnan a los devastados padres de un joven asesinado en una masacre escolar, Reed Birney y Ann Dowd les dan la réplica desde el no menos trágico rol de progenitores del autor de aquella masacre, que también murió durante el ataque.

Con este delicado material de partida, Kranz propone un viaje redentor basado en una descarnada dialéctica en la que los personajes pasan continuamente de la complicidad al enfrentamiento, y en el que el propio espectador es retado a empatizar con las diferentes sensibilidades de cada individuo durante el incómodo encuentro. El texto es notable y aborda cuestiones morales tremendamente complejas, pero es su espléndido cuarteto de actores el que sostiene un filme apoyado por un meritorio uso de la cámara que por momentos logra trascender la teatralidad de la propuesta.

El Planeta (USA). Dir. Amalia Ulman

El Planeta’ está rodada íntegramente en Gijón, ciudad donde creció la joven realizadora argentina Amalia Ulman, que protagoniza junto a su madre Ale Ulman esta negrísima comedia sobre dos mujeres a las que la crisis económica sitúa al borde de la quiebra económica y existencial. Desde su sobresaliente prólogo, que incluye una divertida aparición de Nacho Vigalondo, la película muestra sus cartas tonales y estéticas con las que juega al retrato costumbrista desde la siempre incómoda óptica del naturalismo.

En su aproximación en clave bufa a los entresijos de esa pareja de mujeres que recurren a disparatadas tretas para sobrevivir, ‘El Planeta’ remite al Almodóvar temprano de ‘¿Qué hecho yo para merecer esto?’, renunciando a cualquier tentación buenista y mostrando a unas desvalidas criaturas enfrentadas a sus propias infamias. Es precisamente esa honestidad en el retrato de sus protagonistas lo que genera empatía en un espectador que las acompañará en sus desventuras hacia un desenlace tan desgraciado como hilarante. ‘El Planeta’ es en definitiva una pequeña joya que puede incomodar al situarnos ante el espejo de unas miserias que, si resultan chocantes es porque también son tristemente reconocibles.

Rien à foutre (Bélgica). Dir. Julie Lecoustre, Emmanuel Marre

Rien à foutre’, que se podría traducir como ‘me importa una mierda’, es el interesante debut en el largometraje de Emmanuel Marre y Julie Lecoustre, que habían colaborado previamente en el mediometraje ‘D’un Château l’autre’. Perteneciente a esa estirpe de relatos que parten del retrato individual para esbozar finalmente un estado de ánimo extrapolable a un ámbito social mayor, la película sigue los pasos de una azafata (estupenda Adèle Exarchopoulos) de una compañía low-cost en un momento trascendental en el que su actitud permanentemente despreocupada se verá enfrentada a unos acontecimientos que la obligan a resituarse.

Incluye este afilado relato sobre el desarraigo de toda una generación, un muy pertinente comentario acerca de lo pernicioso de las relaciones laborales en determinadas industrias multinacionales. No obstante, el guion trasciende los terrenos tradicionales del drama social, e introduce conflictos de índole personal y familiar, que hacen que su estructura y valores remitan por momentos a la excelente ‘Toni Erdmann’ -todo un paradigma a la hora de mostrar el desgarro deshumanizador del modelo capitalista- con la que ‘Rien à foutre’ comparte no pocas virtudes.

Întregalde (Rumanía). Dir. Radu Muntean

La comuna de Întregalde es un remoto enclave montañoso en la región Transilvania, donde un grupo de ayuda humanitaria procedente de Bucarest queda atrapado tras encallar su vehículo en el lodo tras intentar transportar a un anciano a un aserradero que ha dejado de funcionar. El propio punto de partida nos da las claves de un filme que enfrenta a las generaciones jóvenes al terreno desconocido de su propio pasado, y a la vida en los márgenes de un entorno rural suspendido en el tiempo y a menudo invisible para los que habitan las ciudades desde una posición de confort.

El cineasta rumano Radu Muntean, que ganó el Festival de Gijón en 2010 con la interesante ‘Martes después de Navidad’, entrega una pieza de envenenado humor costumbrista, que enfrenta a los personajes a sus miedos y contradicciones en una encrucijada que los obliga a tomar una serie de decisiones que definirán sus auténticos principio morales. Construida a base de largos planos secuencia, como es costumbre en la cinematografía rumana, ‘Ìntregalde’ incomodará a la audiencia al situarla en un estado de inquietud e incertidumbre ante los acontecimientos similar al que experimentan sus protagonistas.

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