El Festival de Gijón 2021 llega a su recta final tras ofrecerse en la última semana al público asturiano como estupendo refugio a la incesante lluvia. El festival finalizará este sábado con el anuncio del palmarés aunque algunas de las películas seleccionadas podrán verse en la plataforma Filmin hasta la noche del lunes.

El certamen sigue recibiendo visitas ilustres como la de la cineasta alemana Maria Speth, ganadora del Oso de Plata en la pasada Berlinale, o la de la actriz Verónica Echegui que presentaba este jueves el cortometraje ‘Tótem Loba’ en pleno Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Comentamos a continuación algunas de las películas más destacadas que hemos visto durante los últimos días.

Moneyboys (Austria). Dir. C.B. Yi

Tras ganar el premio a la mejor película en el LesGaiCineMad, ‘Moneyboys’ paseó por el Festival de Gijón su arrebatado drama de romances cruzados y pasiones reprimidas en la China actual. C.B. Yi propone en esta cruda producción austriaca un estudio de la fragilidad emocional de una serie de jóvenes homosexuales que se dedican a la prostitución arriesgándose al castigo de las autoridades.

El filme arranca con un impactante prólogo extraordinariamente rodado que sienta las bases del tortuoso viaje emocional que experimentará el protagonista de la historia. Los personajes se sitúan en un curioso limbo entre la clandestinidad social y la vida urbanita acomodada que sus ingresos les permiten, pero a pesar de lo inusual de sus vivencias, el espectador empatizará fácilmente con un desgarro vital procedente de los recelos de sus familias ante su condición sexual y su dificultad para abrirse emocionalmente y aceptar su condición sin dejarse arrastrar por el miedo al rechazo.

Vortex (Francia). Dir. Gaspar Noé

Sea o no su cine de nuestro agrado, no puede negarse que Gaspar Noé es uno de los autores más insobornables del cine europeo, y que mantiene una envidiable coherencia en su filmografía que le hace insistir en explorar los límites del ser humano al ser expuesto a determinadas experiencias (físicas o emocionales) absolutamente extremas. Esa búsqueda de los límites la lleva a cabo con narrativas poco acomodaticias que, aunque a veces caigan en lo abigarrado, son en cualquier caso estimulantes y audaces.

Si en su anterior ‘Clímax‘ capturaba el febril desenfreno de la juventud a través de un acelerado delirio psicodélico, en ‘Vortex’ utiliza la incómoda quietud de una cámara dividida en dos para generar desasosiego al mostrar la intimidad del ocaso de un matrimonio de artistas enfrentados al abismo de sus últimos días, y a la vez a la trampa de la memoria de aquello que dejan tras de sí. Dario Argento y Françoise Lebrun están excelentes en este impactante viaje al vacío, que Noé dedica a aquellos a los que se les pudrirá el cerebro antes que el corazón.

El profesor Bachmann y su clase (Alemania). Dir. Maria Speth

Después de ser premiada en la última Berlinale con el Oso de Plata a la mejor dirección, la cineasta alemana Maria Speth presentó en el Festival de Gijón 2021 este ambicioso documental de más de tres horas que logra captar con éxito la intimidad de una clase de preadolescentes tutelados por un maestro de extraordinaria sensibilidad y peculiares métodos educativos.

La película abarca todo un curso escolar y resume un metraje original de más de cien horas para capturar las vivencias esenciales de un muy particular grupo de alumnos de diversas nacionalidades y religiones que estudian en una comuna cercana a Hamburgo, y a los que Bachmann trata con respeto y retándolos a reconsiderar sus pensamientos sin un atisbo de condescendencia y atendiendo a sus muy específicas sensibilidades. ‘El profesor Bachmann’ es un muy honesto baño de realidad que termina por resultar tan reconfortante como emotivo. Una cinta que se antoja además imprescindible para docentes y aspirantes a serlo.

Olga (Suiza). Dir. Elie Grappe

Olga es una gimnasta ucraniana de élite que a sus 15 años se verá obligada al exilio en Suiza, donde vive la familia de su fallecido padre, para poder seguir entrenando en un centro de alto rendimiento alejada de los riesgos derivados del estallido de la llamada Revolución Naranja, más aun cuando su madre es una periodista que sufre el acoso de los grupos prorrusos radicales.

La ópera prima de Elie Grappe es la candidata suiza a los Oscar de este año y tiene la virtud de combinar con acierto y equilibrio el relato de transición adolescente de su protagonista, con la decisiva transición política que vive su país de origen en el momento histórico que se retrata. Un filme de ambiciones modestas pero rodado con cierto nervio, narrado con precisión y muy bien interpretado.

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