La película noruega ‘Ninjababy‘, se presentó en la 59ª edición del Festival de Cine de Gijón tras su paso por certámenes tan importantes como la Berlinale, Edimburgo o el SXSW de Austin, donde obtuvo el premio del público. El filme de Yngvild Sve Flikke tampoco se fue de vacío de un certamen asturiano en el que, además del aplauso del público y la prensa, obtuvo el Premio a la Mejor Dirección Europea de la sección Retueyos, dedicada a nuevos realizadores.

Durante nuestra estancia en Gijón pudimos entrevistar a su directora, Yngvild Sve Flikke, y a la protagonista, Kristine Kujath Thorp. Tras bromear con nosotros sobre sus opciones frente a la española ‘Sentimental’ de Cesc Gay en los Premios del Cine Europeo (donde ‘Ninjababy’ compite por el premio a la mejor comedia), nos ayudaron a entender las claves de esta agridulce historia sobre la madurez forzosa de una joven que se enfrenta a una maternidad no deseada.

Entrevista a Yngvild Sve Flikke y Kristine Kujath, directora y actriz de Ninjababy

La maternidad no deseada ha sido a menudo retratada en el cine y en la literatura desde una óptica moral. Su película, por el contrario, aborda este temas desde un enfoque meramente social, que no trata de juzgar a su personaje central desde una perspectiva externa.  

Yngvild Sve Flikke: Aunque Noruega es un país de tradición cristiana, la Iglesia ha sido relegada del centro de la sociedad en las últimas décadas. A pesar de que mi familia me ha dado una educación marcada por la ética protestante, mi perspectiva a la hora de narrar esta historia quería desmarcarse de esa visión de la maternidad como algo misterioso o divino. Precisamente, pasamos por Madrid antes de venir a Gijón, y cuando visité El Prado me incomodó la cantidad de obras que retrataban la conexión de madre e hijo desde una óptica mística.

La religión nos ha inoculado esa visión de la maternidad, y llama la atención que no se considere una discriminación hacia los padres, que los hombres no se sientan desplazados por esa imagen. Ese simbolismo ha marcado la forma de entender cómo ha de ser maternidad a lo largo de muchas décadas, una visión que se arrastra hasta nuestro presente. Creo que debemos liberarnos de una vez de esa tendencia anacrónica, y adoptar una perspectiva de género distinta y más libre.

«Defiendo que progresemos en la representatividad de la diversidad racial en la ficción, algo que ayuda a reflejar la realidad de una forma más fidedigna y justa». Yngvild Sve Flikke

• En efecto, en la película se aprecia una buscada revisión de roles tradicionales de género. ¿Es algo que refleja una realidad social ya extendida en los países nórdicos, o es una excepción que encaja con el carácter transgresor de Rakel, su protagonista, y su forma de entender la vida y las relaciones?

Kristine Kujath Thorp: Creo que las nuevas generaciones sí han crecido con esta redifinición de roles ya interiorizada. El modo en que los chicos jóvenes abordan a una chica a la hora de relacionarse, o cómo ellos entienden su encaje en la sociedad empieza a incorporar ese cambio. Lo veo en mi día a día y en mis amigos. Y hay que celebrar esa evolución en las mentalidades.

Yngvild Sve Flikke: Yo misma he hecho un viaje al mundo del cine desde la realización televisiva (ha dirigido series como ‘Home Ground’ exitosa producción sorbre el fútbol femenino disponible en Filmin), con la intención de ocupar un espacio tradicionalmente acotado para los hombres, entendiéndolo como un camino natural. Creo que me equivoqué al pensar que sería fácil, pues me encontré con serias dificultades relacionadas con el trato con varios  hombres con la idea de tener que representar un rol concreto de liderazgo asociado siempre a la masculinidad. Noruega se ve a menudo como una sociedad igualitaria, pero en el ámbito profesional mantiene una dramática desigualdad en los salarios. La equidad no existe aún desde una perspectiva de género. En cuanto a las bajas por maternidad en concreto, se ha equilibrado un poco últimamente, pero aún así hay una brecha importante entre las bajas de paternidad y maternidad. El sistema social ayuda a las mujeres con bajas de hasta nueve meses, y hay que apreciarlo, pero aún vemos claros desequilibrios frente a los permisos de paternidad. Es solo un ejemplo de que nuestra sociedad, aunque pueda parecer privilegiada, aún tiene que avanzar en la igualdad de derechos, de la misma manera que defiendo que progresemos en la representatividad de la diversidad racial en la ficción, algo que ayuda a reflejar la realidad de una forma más fidedigna y justa.

Entrevista a Yngvild Sve Flikke y Kristine Kujath, directora y actriz de Ninjababy

Hay en la película también un comentario social relacionado con las tensiones de clase en una escena cómica que tiene lugar en un centro donde se imparten cursos de adopción, y en la que se retrata a parejas acomodadas enfrentadas a una doble moral de la que quizá no son conscientes, y en la que un breve monólogo de la protagonista parece retar los propios principios del espectador.

Yngvild Sve Flikke: Esta escena es muy particular. No es estrictamente necesaria en la narración de la historia central, pero me interesaba mucho mostrar esa dualidad que comentas, gente que se percibe como liberal pero cae en sus propias contradicciones. Le di a Kristine total libertad para que la hiciera como quisiera. Ella lo hizo tan bien, que no tuve que dirigirla. Lo bordó. Logró el objetivo de la escena, que era en efecto confrontar esa doble moral y resetear nuestra perspectiva de las cosas.

Kristine Kujath Thorp: En el guion esa escena era tan buena y estaba tan bien escrita… Me divirtió muchísimo hacerla y poder sacar toda mi propia rabia contra esa doble moral que comentamos a través del personaje de Rakel.

«La clave del personaje del bebé es que dice lo que piensa, de manera directa y políticamente incorrecta». Yngvild Sve Flikke

El bebé de la película, que cobra vida a través de los dibujos de Rakel, se presenta como un personaje deslenguado y sin filtros. Este recurso funciona doblemente: permitiendo un diálogo simulado con el no nato, y a la vez para generar un debate interno en la protagonista. ¿Cómo fue el trabajo para integrar ese elemento en la historia?

Yngvild Sve Flikke: Trabajé mano a mano con la autora de la novela gráfica en la que se inspira la película, Inga Sætre. Conecté muy bien con ella y me ayudó a resolver mis dudas. Durante la fase de montaje, yo volvía repetidamente al guion para revisar cómo integrarlo y como retratarlo de manera apropiada. La clave del personaje del bebé es que dice lo que piensa, de manera directa y políticamente incorrecta.

Encontrar el doblaje adecuado del personaje fue todo un proceso. Probamos con niños, adultos, mujeres, hombres… Al final creo que acertamos al darle esa voz de adolescente travieso y descarado, que desde su locura en realidad solo expresa su deseo de ser amado. Es exactamente como el espíritu adolescente, que hace que seamos irrespetuosos con aquellos a los que queremos, una actitud que solo oculta nuestra propia vulnerabilidad.

• Para Kristine esta era su primera película, aunque había trabajado en varios cortos. ¿Buscabais explicitamente alguien con poca experiencia en el casting, una actriz que aportara frescura y espontaneidad al personaje de Rakel? 

Yngvild Sve Flikke: En el casting vimos a casi 100 personas para el papel de Rakel. Realizamos varios procesos de casting conjuntos, en los que buscábamos el encaje de la actriz con otros actores que interpretarían a los otros personajes principales. Queríamos que encajaran, que surgiera química entre ellos.

Para Rakel yo quería a alguien con timing cómico, y a la vez con habilidad para el drama. Lo primero fue más complicado, pero en cuanto vi a Kristine me gustó porque le daba al personaje esa cierta ligereza que Rakel necesitaba. Ella es una gran actriz, que ha rodado muchas películas después de esta y está pasando por un momento dulce en su carrera y se lo merece totalmente. Entre nosotras también hubo una química instantánea, entendía perfectamente el personaje y se podía identificar claramente con una mujer que tiene instinto de crear pero no lo expresa fácilmente y busca un medio para canalizarlo.

• Por último, Kristine, cómo viviste tú esta primera película a las órdenes de Yngvild. ¿Tuviste libertad interpretativa o te sometiste a una dirección muy controlada?

Kristine Kujath Thorp: Cuando conocí a Yngvild, enseguida quise trabajar con ella. Teníamos un entendimiento divertido y jugábamos continuamente a añadir nuevas ideas al personaje. Me encantó incorporar algunos matices sobre la marcha, algo que funcionó porque pensábamos de la misma forma y en la misma dirección. Ella es muy directa dando su opinión y lo acepté muy bien, como algo divertido, y me sentí siempre en un espacio seguro y cómodo trabajando con ella. Disfrutamos mucho y creo que el resultado final de la película también lo refleja.

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