En ‘Top Gun: Maverick‘ vemos, como tras más de 30 años de servicio como uno de los mejores aviadores de la Armada, Pete “Maverick” Mitchell (Tom Cruise) está en su casa, forzando los límites como valiente piloto de pruebas y esquivando el ascenso de rango que le dejaría en tierra. En el transcurso de unas sesiones de formación para que un destacamento de graduados de Top Gun llevase a cabo una misión especializada que ningún piloto vivo había realizado, Maverick se encuentra con el teniente Bradley Bradshaw (Miles Teller), cuyo indicativo de llamada es “Rooster”, el hijo del difunto amigo de Maverick y oficial de intercepción y radar, el teniente Nick Bradshaw, también conocido como “Goose”.

Ante un futuro incierto, y obligado a plantar cara los fantasmas de su pasado, Maverick se ve arrastrado a un enfrentamiento con sus miedos más profundos, que culmina en una misión que exigirá el sacrificio supremo a los que sean elegidos para pilotarla.

En la película original, aunque a Tom Cruise le filmaron en la cabina de un F-14 Tomcat, sus compañeros de reparto no tuvieron tanto éxito con sus esfuerzos. “Teníamos a otros actores allí arriba, volando”, dice Bruckheimer. “Pero su material, desgraciadamente, no era utilizable porque no tenían suficiente formación práctica y experiencia. Cuando los pusimos en el aire, ninguno pudo hacerlo. Tom era el único del que teníamos imágenes de vuelo utilizables. Teníamos toneladas de imágenes de los otros actores en el aire con los ojos en blanco. Esta vez, gracias a Tom Cruise, todos los actores de Top Gun: Maverick se acostumbraron a los fundamentos y a la mecánica del vuelo y a las fuerzas G, gracias a todo el entrenamiento que hicieron con meses de antelación. A diferencia de la primera película, nuestros actores están realmente en las cabinas de los F/A-18 en vuelo, actuando y diciendo sus frases de diálogo”.

Este cambio radical no solo influye en que las escenas de vuelo tengan mayor autenticidad. Más bien, forma parte del refuerzo de una serie de factores que hicieron que el Top Gun original resonara con tanta fuerza. “En esta película queríamos que el grupo de los pilotos que rodean a Maverick estuviera más desarrollado y tuviera un mayor sentido “, dice el guionista y productor Christopher McQuarrie.

escenas de vuelo en Top Gun: Maverick
Las escenas de vuelo de «Top Gun: Maverick» son las de mayor autenticidad de la historia del cine

“Una de las cosas que le dije a Tom al principio de todo esto fue que el Top Gun original no era sólo sobre Maverick. No se trataba sólo de Maverick y Goose. Se trataba de una cultura» observa McQuarrie. “Se trataba de la cultura de estos pilotos y de la competencia que tenían entre ellos, y queríamos incorporar esos elementos a la película actual. Como resultado, todos los pilotos de esta película están perfilados con más detalle. Es un banquillo más amplio, con unos personajes más detallados. Todo ese tapiz de pilotos ayuda a comprender quién es el Maverick actual. Obviamente, esta película tiene lugar más de 30 años después. Y no queríamos tener que detener la película para reflexionar sobre lo que habían sido esos 30 años. Queríamos que el público sintiera cómo se iba desplegando esa historia a medida que veía la película”.

Tom Cruise dice que pilotar un avión es algo “majestuoso y bello”. “Es aprovechar la naturaleza y desafiarla al mismo tiempo”, afirma. “Y volver a interpretar a Maverick, en una etapa diferente de su vida, ha sido una experiencia increíble para mí. Maverick sigue siendo Maverick. Todavía quiere volar a Mach 2 dejando una estela de fuego. Pero se puede apreciar la transición que experimenta Maverick. La presión de haber perdido a su mejor amigo, la responsabilidad que siente por ello y cómo lo ha afrontado, y cómo ese incidente ha cambiado su vida, y la de Rooster, para siempre. Maverick quiere a Rooster como a un hijo. Esta película trata de la familia, de la amistad y del sacrificio. Trata de la redención y del coste que tienen los errores”.

Y esa emoción ha desbordado los límites de la pantalla, ha llegado al otro lado de las cámaras, en un viaje que ha llevado a los creadores de ‘Top Gun: Maverick’ a hacer un viaje al pasado y a dar un salto al futuro, a las nuevas fronteras de la cinematografía. “Lo que hemos conseguido con las secuencias aéreas es realmente algo que la gente nunca habrá visto antes”, dice Cruise. “Hemos entrenado a los actores para que sean capaces de volar y actuar en F/A-18 reales. Y, para ello, tomamos a los mejores pilotos de caza del mundo [de la Armada de Estados Unidos] y les enseñamos a hacer cine: el piloto y el actor tenían que trabajar en equipo. Hasta ese extremo llega la sofisticación de las secuencias aéreas. Nadie ha hecho esto, nunca”.

Sin embargo, no es sólo orgullo lo que siente Cruise. ‘Top Gun: Maverick’ no es solo una película, es un destino. Culminación de todo lo que ha aprendido Tom Cruise en sus 40 años en la profesión (el largometraje en el que debutó, ‘Amor sin fin’ (1981), es una historia para la que lleva toda la vida preparándose. Es una carta de amor a la aviación, sin duda. Pero también una carta de amor al cine.

Fuente: Paramount Pictures

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