Algunas películas de miedo pretenden dar sustos sutiles al público. Otras intentan que los espectadores se retuerzan en sus asientos. Pero el cineasta Parker Finn pensaba en un objetivo mucho más ambicioso cuando se propuso escribir y dirigir su primer largometraje, ‘Smile‘. “Quería hacer una película que provocara una sensación de ataque de pánico sostenido de principio a fin”, dice.

‘Smile’, escalofriante historia de una psiquiatra clínica que comienza a experimentar sucesos espeluznantes e inexplicables tras un extraño encuentro con un paciente se inspira en un cortometraje que Finn realizó en 2020. Titulado ‘Laura no ha dormido‘, el corto estaba protagonizado por Caitlin Stasey -que también tiene un papel memorable en ‘Smile’- y ganó un Premio Especial del Jurado en la categoría de Cortos de Medianoche del SXSW. La película de 11 minutos despertó en la industria un enorme interés en torno a Finn, que consiguió presentar una propuesta para rodar una versión de largometraje.

Aunque se inspira temáticamente en ‘Laura no ha dormido’, ‘Smile’ lleva la historia en una dirección nueva y estremecedora. Finn dice que quería explorar cómo sería el hecho de que tu mente se enfrentase a ti y te hiciese sentir experiencias espeluznantes. “¿Conoce esa sensación de pavor que siente cuando se despierta de un mal sueño? ¿Esa sensación de agonía angustiosa que persiste a pesar de ser consciente de que no era real? Quería que ‘Smile’ capturara esa sensación en la pantalla”.

Smile, escrita y dirigida por Parker Finn

Después de que Finn puliera el guion con el equipo de desarrollo de Paramount y Temple Hill, el productor Robert Salerno (‘Tenemos que hablar de Kevin’, ‘Un hombre soltero‘) se unió al proyecto. Al igual que otros que habían visto el corto original de Finn, Salerno estaba impresionado por la increíble capacidad del joven cineasta para impregnar su creación de una naturaleza tan visceral y perturbadora. “Pensé que, si era capaz de encapsular tantas emociones y escalofríos en cuestión de minutos, sería apasionante ver lo que podía hacer en un largometraje”, recuerda el productor. “Fuimos desarrollando la historia y añadiendo numerosos y asombrosos giros y sobresaltos, que ayudaron mucho a dar vida a la singular visión de Parker”.

Aficionado de toda la vida al terror, Finn cree que uno de los ingredientes indispensables del género son los personajes que se ganan el cariño de la gente. “Las películas más terroríficas son las que funcionan primero como historias dramáticas, así que mi objetivo era crear un gran personaje principal, porque si te interesas por ella, te interesarás por su peripecia”, explica. “A partir de ese momento se puede empezar a intercalar momentos impactantes que incidan en el núcleo de los temores del público y lo dejen a los pies de los caballos, subvirtiendo sus expectativas de forma aterradora”.

‘Smile’ se centra en la Dra. Rose Cotter, una psiquiatra comprometida con su trabajo en un hospital público, cuya misión es garantizar que sus atribulados pacientes reciban la ayuda que necesitan. Pero cuando un espíritu maléfico entra en la vida de Rose, las tornas cambian y ella se ve en la necesidad de convencer a sus amigos y familiares de que la pesadilla surrealista que está viviendo es real. A medida que su ordalía por mantener la cordura y sobrevivir se vuelve cada vez más desesperada, se ve obligada a investigar el desconcertante misterio y a reunir pistas para averiguar lo que le está ocurriendo.

Sobresaltos reales en Smile

Para dar vida a los espeluznantes sustos de la película, ‘Smile’ cuenta con una gran variedad de efectos prácticos y mecánicos que entusiasmarán incluso a los aficionados al género más curtidos. En lugar de recurrir en exceso al CGI, Finn prefirió desde el principio rodar todo lo que pudiera delante de la cámara. “Los efectos visuales son una herramienta maravillosa, pero yo crecí viendo películas con efectos reales, y es una de las principales razones por las que quise convertirme en cineasta en primer lugar”, dice el director. “Hay algo que no se puede explicar cuando tienes efectos reales, físicos, con los que los actores pueden interactuar. Se produce un tipo de magia que, según mi experiencia, no se puede conseguir de ninguna otra manera”.

El tiempo y el esfuerzo adicionales necesarios para trabajar con efectos reales merecieron la pena, dice Bacon. “Me alegro mucho de que no fuera una película de CGI, porque es mucho más difícil para mí reaccionar ante el vacío, cuando no tengo nada ante mí. Se me da mucho mejor cuando hay algo físico delante de mí con lo que puedo interactuar. Además, la forma en que Parker elaboró los sobresaltos utilizando efectos reales, en lugar de pantallas verdes o trajes de captura de movimiento, da a ‘Smile’ una sensación visceral”.

Smile, escrita y dirigida por Parker Finn

Para ello, Finn recurrió a la ayuda del artista de efectos ganador del Oscar, Tom Woodruff Jr, que creó secuencias tan impactantes como las que diseñó para obras maestras del género como ‘It’, ‘Aliens: El regreso’ y ‘Terminator’. “Tom es una leyenda cuyo trabajo siempre he admirado”, dice Finn. “ En los primeros cinco minutos de reunión, era obvio que pensábamos de forma similar y que había una afinidad creativa, por lo que estoy increíblemente agradecido de haber tenido la oportunidad de colaborar con él”.

Además de los efectos, la construcción del mundo que rodea a Rose fue esencial para establecer el tono. El director nos confía que, en su colaboración con el diseñador de producción Lester Cohen, “queríamos evitar los estereotipos de terror en el estilo y el diseño de la película”. Uno de los decorados más importantes es en el que se ve por primera vez a Rose: en la unidad de urgencias psiquiátricas donde trabaja. Finn explica: “Me interesaba algo que pareciese arraigado en la realidad, con un cierto aire de pesadilla burocrática administrativa, algo cuyo diseño fuera casi kafkiano… el hospital fue definitivamente un punto de partida desde el que extrapolamos el diseño del resto de la película”.

A menudo uno de los últimos elementos que se añaden a la película, que, no obstante, es uno de los más importantes, especialmente cuando se trata de crear el factor de miedo, es la música. Finn sabía desde el principio que quería trabajar con el compositor Cristóbal Tapia de Veer (‘The White Lotus’), ganador de un Emmy, pero nunca esperó que tuviera la oportunidad de hacerlo. Finn explica: “Para la partitura, quería hacer algo especial e inesperado, y que se percibiera como si fuera un personaje más en la película. Cristo es tremendamente personal y creativo en su trabajo con la música. Yo era un gran admirador suyo desde hacía mucho tiempo, y él fue la primera persona a la que quise enviar el guion. Fue un sueño colaborar con él, y no podría estar más entusiasmado con el paisaje sonoro tan intenso y conmovedor que creó.”

Visualizar la paranoia

Además de su guion ferozmente original, ‘Smile’ es una de las películas de género más inventivas desde el punto de vista visual de los últimos tiempos, y el mérito es de la inspirada pareja formada por Finn y el director de fotografía Charlie Sarroff. “Parker y Charlie estaban completamente sincronizados”, dice Salerno. “Han ideado infinidad de formas creativas para transmitir exactamente qué sucede en la mente de Rose, qué siente cuando estos horrores empiezan a manifestarse en situaciones del mundo real. Esto ayuda a que la historia se eleve y crea un gran número de sobresaltos para el público”.

Smile, escrita y dirigida por Parker Finn

Ávido amante del cine y profundo conocedor de su historia, Sarroff dice que él y Finn comparten gustos cinematográficos similares, y que analizaron una gran variedad de películas de referencia como fuente de inspiración durante la preproducción. “Parker quería inspirarse en ciertos rasgos del cine de género de los años 70, 80 y 90, pero con un toque contemporáneo”, dice el director de fotografía. “Así que películas como ‘La semilla del diablo‘ y ‘La escala de Jacob’ fueron algunas de las referencias en las que nos fijamos. Pero también hablamos de muchas películas que no son de género. En particular, al principio hablamos muchas veces de ‘Safe’, la película de Todd Haynes. A Parker y a mí nos encanta su sensibilidad visual”.

Finn y Sarroff se propusieron como objetivo hacer que el público se sintiera cada vez más paranoico, de modo que su miedo cada vez mayor fuera un reflejo del de Rose. Para conseguirlo visualmente, emplearon una combinación de planos de gran angular extremos, que hacen que Rose parezca pequeña y vulnerable, y primeros planos extremos. “Alternar entre esos dos tipos de planos mantiene al público siempre en vilo”, dice Sarroff. “Crea la sensación de que podría haber cualquier cosa al acecho en las sombras o a la vuelta de la esquina en cualquier momento”.

Con la cámara enfocada en Rose durante casi todas las escenas, Finn y Sorroff sabían que la tensión tenía que crearse en el objetivo. “Queríamos que pareciese que la cámara se movía con esta especie de presencia omnisciente… que diese la sensación de ser su propio personaje. Como si fuera una entidad omnisciente que se desplaza por los espacios y observa constantemente a Rose. Y que, a medida que la película avanza, su presencia en la narración se hace por momentos más participativa”, explica Finn. “Queríamos tomar todos estos espacios que no eran intrínsecamente inquietantes o de ambiente tenebroso, para presentarlos de una manera que los hiciera sentir cada vez menos acogedores”.

Esta técnica fue una experiencia nueva para Bacon, pero cree que los espectadores la apreciarán. “Trabajé muy estrechamente con Charlie y sus operadores de cámara en ‘Smile’, y el cuidado que pusieron en cada detalle visual de esta película va a sorprender a la audiencia”, dice. “Parker insistió en que se prestara atención a cada plano, no sólo a los grandes momentos, y el estilo de esta película es sin duda cautivador. Nunca había hecho tantas escenas mirando directamente al objetivo de la cámara. Es un desafío, ¡pero queda genial en la pantalla!”

Fuente: Paramount Pictures

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