Almas en pena de Inisherin: todos somos héroes y villanos

Ambientada en una isla remota frente a la costa occidental de Irlanda, ‘Almas en pena de Inisherin‘, dirigida por Martin McDonagh (‘Tres anuncios en las afueras‘), cuenta la historia de dos amigos de toda la vida Pádraic (Colin Farrell) y Colm (Brendan Gleeson), que se encuentran en un callejón sin salida cuando Colm pone fin a su amistad de forma inesperada. Un Pádraic en shock, ayudado por su hermana Siobhán (Kerry Condon) y Dominic (Barry Keoghan), el joven y problemático habitante de la isla, se esfuerza por recomponer la relación, negándose a aceptar un no por respuesta. Pero los repetidos intentos de Pádraic solo sirven para reforzar la determinación de su antiguo amigo y cuando Colm le da un desesperado ultimátum, los acontecimientos evolucionan muy rápidamente y con consecuencias impactantes.
‘Almas en pena de Inisherin’ se desarrolla en 1923 cuando la Guerra Civil estaba en su apogeo en Irlanda. La isla ficticia de Inisherin no se ve afectada, pero hay tensión en todo el continente. “Algunas noches se escuchan cañonazos y disparos, así que en la isla somos muy conscientes de que se está produciendo una guerra civil”, dice Colin Farrell. “Pero también estamos protegidos de esa guerra porque están lejos de la costa”.
La Guerra Civil Irlandesa se libró de 1922 a 1923, después de la Guerra de Independencia y de la creación del Estado Libre de Irlanda, que creó una nación en la mitad del país que estaba separada del Reino Unido. Dos grupos opuestos, el gobierno provisional favorable al Tratado anglo-irlandés y el Ejército Republicano Irlandés (IRA) contrario al tratado, lucharon por hacerse con el poder.
Sin embargo, lo que está ocurriendo en Inisherin -la división entre Pádraic y Colm y las crecientes divisiones con otras personas de la isla- son un reflejo de lo que está ocurriendo en el continente. Hay aspectos alegóricos de la división entre estos dos hombres y la división entre ambos bandos en la Guerra Civil Irlandesa, comenta McDonagh. “Es una historia en la que se libra una pequeña guerra entre dos hombres al mismo tiempo que ocurre una mucho mayor en otro lugar”.
Brendan Gleeson describe la guerra civil como una consecuencia catastrófica que puede surgir de una lucha por la libertad. En el caso del conflicto de Irlanda, hermano contra hermano y amigo contra amigo. Históricamente, su fin acarreó terribles atrocidades. “Creo que las divisiones que se están enconando en la isla y el salvajismo de lo que sucede en la película se reflejan en lo que sucede en el continente. Todos se aferran a sus pequeñas posiciones, lo que hace que las divisiones se enconen y empeoren”.
Martin McDonagh no había hecho nunca un drama de época y disfrutó muchísimo dando vida a pueblos y personajes históricos. “Cuando estableces la historia en el pasado, se abren muchas posibilidades”, dice. Una ambientación de época también evita que la película tenga una fecha de caducidad tan rápida como una historia ambientada en la actualidad. En la película ‘Escondidos en Brujas’, el guionista y director intentó no incluir referencias modernas, con el fin de crear un ambiente intemporal. ‘Tres anuncios en las afueras’ también tenía su propio reloj autónomo. ‘Almas en pena de Inisherin’ no se adhiere a los límites estrictos de la historia. Por el contrario, encierra su propia historia de fantasía: un lugar mítico, más salvaje que el continente, una vena de locura que lo impregna todo.
El título de la película, por ejemplo, se refiere a una figura fantasmal legendaria de la mitología irlandesa que lloraba por la noche para presagiar que iba a producirse una muerte en ese lugar. “Si la has escuchado cantar a todo pulmón”, dice Farrell, “ya es demasiado tarde para ti”. Aunque no se presenta explícitamente en la película, una anciana en Inisherin, la Sra. McCormick interpretada por Sheila Flitton (‘El hombre del norte’) es la encarnación física de la «banshee».
“Ella representa a un siniestro perro guardián gris que hay en la isla que nunca se implica demasiado físicamente pero que siempre está fuera mirando hacia dentro”, dice Farrell. “Parece tener un extraño conocimiento etéreo de cuáles son las vulnerabilidades de la gente. ¿Dónde está su punto débil? ¿Dónde pueden ser atacados? Siente fascinación por la muerte”.
El título en inglés también hace referencia a una pieza musical que el personaje de Gleeson compone durante el transcurso de la película. “A medida que la historia evoluciona y se desarrolla, esta pieza musical se articula a través del violín de Colm”, dice Farrell. “Yo digo que no hay Banshees en Inisherin. Puede que él diga que existen pero no cree que llamen a los hombres a su perdición. Piensa que se sientan y observan”.
¿Qué se llevará el público de esta historia de dos amigos separados? Colm se pelea con Pádraic, dejando a Pádraic, un tipo simpático y agradable, vulnerable y desarmado. Colm es un artista, un creador que quiere invertir su tiempo para crear. Esa es la disyuntiva que cuenta la nueva película de McDonagh. ¿Debería un artista renunciar a todo para seguir su verdadera pasión? Y si lo hace, ¿qué repercusiones tiene en las personas que le rodean?
Farrell cree que “el dolor engendra dolor. La ira engendra ira. La violencia engendra violencia. Los seres humanos hacemos cosas terribles. Pádraic está destrozado y actúa hace cosas que nunca hubiera hecho. Por las razones que sean, Colm está viviendo un estado de agitación y dolor, una tristeza, una ira o un miedo que lo lleva a cometer actos despreciables”.
“¿Qué significa el arte si tratas a los demás como basura?», se pregunta Gleeson. “¿Vale la pena el sacrificio? La consecuencia es que debes estar dispuesto a sufrir por tu arte. No estoy del todo de acuerdo con eso. Pero creo que Colm, en su desesperada oscuridad, se ha convencido a sí mismo de que esto es lo que necesita para demostrar que está completamente comprometido con su pasión”.
Más allá de estas cuestiones intelectuales, planteadas dentro de la historia, hay una espiritualidad innata en ‘Almas en pena de Inisherin’. “El material de McDonagh es divertido y tiene un elemento anárquico”, comenta Farrell. “Pero, en última instancia, creo que su trabajo resiste la prueba del tiempo porque es conmovedor y te puedes identificar con lo que hace. No solo estamos contando una historia de unas personas en una isla. La película explora la fidelidad, la amistad, la separación, la soledad, la tristeza, la muerte, el duelo y la violencia: todos son sentimientos muy humanos con los que todos podemos identificarnos y que todos hemos vivido directa o indirectamente”.
En su trabajo como dramaturgo, McDonagh había ambientado dos de sus obras en las islas de Aran, tres islas rocosas en la desembocadura de la bahía de Galway, en Irlanda occidental, ‘The Cripple of Inishmaan’ (1996) y ‘The Lieutenant of Inishmore’ (2001). McDonagh se hizo un nombre en el teatro como un extraordinario creador de palabras con historias extraordinarias y personajes extraordinarios; un escritor que aporta oscuridad, comedia y humanidad a sus historias.
A Gleeson le encanta ver una película y después tener una coversación sobre el significado de la misma. “Martín sabe mezclar y combinar cosas en sus guiones. En esta película no hay un héroe. Todos somos héroes y villanos, aunque hay algunos villanos…”
Martin McDonagh espera haber creado personajes que el público no haya visto antes. “Te identificarás con algunos y no estarás de acuerdo con otros”, dice el director. “Es muy divertido, pero también quería capturar toda esa tristeza. Los directores no suelen querer que el público se ponga triste. Pero formaba parte de la película: una triste verdad sobre esta historia, sobre Irlanda en ese momento y tal vez sobre la vida”.