Ellas hablan, la soberbia adaptación de la novela de Miriam Toews

Injustamente tratada en las nominaciones de los Oscars 2023, ‘Ellas hablan‘ se ha tenido que conformar con ser la décima nominada a mejor película y ganar el la estatuilla a mejor guion adaptado. Finalista en el Festival de Toronto, este drama feminista protagonizado por Frances McDormand nos cuenta la historia de un grupo de mujeres, muchas de las cuales con puntos de vista divergentes sobre temas esenciales, tienen una conversación para tratar de vislumbrar cómo podrían avanzar con el objetivo de crear un mundo mejor para ellas y sus hijos.
Aunque la historia tras los eventos que acontecen en ‘Ellas hablan’ es violenta, la película no lo es. Nunca vemos la violencia que las mujeres han experimentado. Solo vislumbramos pequeños flashazos de los momentos posteriores. En vez de eso, la película nos presenta una comunidad de mujeres que se unen porque deben decidir, en muy poco tiempo, cuál va a ser su respuesta colectiva. A su directora y guionista, Sarah Polley, le caló muy hondo el libro de Miriam Toews, haciendo que se planteara preguntas e ideas sobre el mundo en el que vive y que nunca había articulado. Preguntas sobre el perdón, la fe, los sistemas de poder, los traumas, la sanación, la culpabilidad, la comunidad y la autodeterminación.
Publicada en 2018, la novela de Miriam Toews ‘Ellas hablan’ fue nombrada Mejor Libro del Año por la sección de crítica literaria de The New York Times. La trayectoria del proyecto desde el papel a la pantalla comenzó con Frances McDormand, que compró los derechos cinematográficos del libro y contactó con la productora Dede Gardner para hacer la película juntas. «Me pareció que invitaba a pensar de una manera sorprendente y muy sutil, y me pareció que tenía valor para la conversación que yo misma estaba manteniendo con mi comunidad», nos cuenta McDormand. «Me interesaba que se convirtiera en un debate con sentido del humor, además de con esperanza y posibilidades para el futuro».
El aclamado libro en el que se basa ‘Ellas hablan’ cautivó por completo a McDormand y Gardner. «Fue un amigo de Faber and Faber Publising, en Londres, quien me dio el libro de Miriam Toews», cuenta Frances McDormand. «Este amigo y yo llevamos 28 años intercambiándonos libros, y siempre me descubre lecturas que captan mi imaginación. Raramente hace falta que las obras de ficción que compartimos sean más que eso, novelas bien escritas. Sin embargo, a veces un título exige indagar más, y ese es el caso de Ellas hablan».
Gardner se entusiasmó con la recomendación de McDormand. «No había conocido nada que ofreciera toda la rabia, la tristeza y el debate que el tema merece y, con todo, pude terminar con una sensación de victoria y conclusión», dice Gardner. «Encontré que esta idea del debate era un ejercicio excepcional. Pensé que si conseguíamos eso con una película, sería diferente a todo lo que había visto o a todos los proyectos en los que había participado».
Para McDormand, el tema era de especial relevancia: «Nos hallamos en una época muy confusa y exigente de reconocimiento y reconciliación entre géneros. Creo que el examen que el libro de Toews hace de este asunto es acertado, interesante, serio y sorprendentemente entretenido».
Una adaptación cinematográfica digna de Oscar
Como la autora de la novela, Miriam Toews, es de Toronto, como Sarah Polley, se creó una sinergia muy potente en la adaptación. «Se dejaba sentir una cepa canadiense de ADN que se antojaba tremendamente apropiada», comenta Gardner. Toews, por su parte, que califica su libro de «un acto de imaginación femenina», dice que se emocionó al escuchar que sería Sarah quien se encargaría del guion y la dirección. «Admiro todos los aspectos de su obra: su experiencia, cómo escribe y dirige, su feminismo y su activismo», dice Toews. «Todo entra en juego».
Judith Ivey, que interpreta a Agata Friesen, una de las matriarcas de la película, es fan incondicional del libro y solo tiene palabras de elogio para el guion de Polley. «Sarah es un genio y lo ha adaptado extraordinariamente bien, con mucho respeto por la novela y por todas las personas involucradas», dice Ivey. «Y también lo ha hecho accesible y ha sabido crear muchas capas de tensión. Es una artista consumada».
La película se despega del libro de varias formas, tomando una historia contenida y haciéndola mucho mayor y más adecuada para la gran pantalla. Y hay un cambio clave en la persona que narra todo. «El libro es extraordinario y está lleno de vida, humor, crueldad y concisión», dice Gardner. «Pero, pese a todo, dos familias de mujeres en un granero tomando una decisión durante todo el metraje no es una idea muy obvia para una película. Al mismo tiempo, podía ver su estructura cinematográfica. Lo que realmente comparten el libro y la película es que, a pesar de todas las cosas que discuten, se percibe una sensación real de movimiento y una victoria al final del todo».
Sarah Polley estuvo en contacto con Toews mientras escribía la historia, pero la escritora deja claro que este «pedazo de guion» es todo obra de Polley. Dice que Polley «ha adaptado el libro, pero ha hecho mucho más. Ha conseguido sacar a las mujeres de ese mundo cerrado y reducido del granero y crear otras escenas». Aunque el guion tiene elementos nuevos, Toews afirma que se trata de una adaptación asombrosamente fiel que añade capas de belleza cinematográfica.