20.000 especies de abejas: Las 10 claves de este drama sobre la infancia trans

‘20.000 especies de abejas‘, única representante española en la sección oficial de la Berlinale, está dirigida por Estibaliz Urresola, que se convierte en la primera cineasta española que compite por el Oso de Oro con su ópera prima. La propia cineasta explica que «estrenar en Berlín es maravilloso, un sueño que no esperaba para nada. Espero que esto sirva para que la película llegue a un número mayor de gente. Las abejas son para mí las garantes de la biodiversisad en la naturaleza y como la película es un canto a la diversidad, me ayudaban a contar muchas cosas a la vez, a través, sobre todo, de la imagen de la colmena familiar. Otro elemento importante es la frontera que atraviesa la familia al inicio de la película es una frontera geográfica y una frontera mental, que habla de las dificultades que tenemos para superar ciertas creencias de nosotros mismos y de las personas que tenemos delante nuestro».
La película cuenta la historia de Cocó, de ocho años, que no encaja en las expectativas del resto y no entiende por qué. Todos a su alrededor insisten en llamarle Aitor pero no se reconoce en ese nombre ni en la mirada de los demás. Su madre Ane, (Patricia López Arnaiz), sumida en una crisis profesional y sentimental, aprovechará las vacaciones para viajar con sus tres hijos a la casa materna, donde reside su madre Lita (Itziar Lazkano) y su tía Lourdes (Ane Gabarain), estrechamente ligada a la cría de abejas y la producción de miel. Este verano que cambiará sus vidas obligará a estas mujeres de tres generaciones muy distintas a enfrentarse a sus dudas y temores. Y sobre todo, a Ane a ser por fin honesta consigo misma.
Su directora y guionista, Estibaliz Urresola, nos explica 10 claves de su debut cinematográfico que ha ganado en la Berlinale el Oso de Plata a la Mejor Interpretación Protagonista para la niña Sofía Otero, de solo 9 años. Este premio se había recibido antes en España en tres ocasiones: con Fernando Fernán Gómez, en 1977 por ‘El anacoreta’, en 1985 por ‘Stico’ y con Victoria Abril en 1991 por ‘Amantes’. La anterior intérprete menor de edad que ganó este Oso de Plata fue Rachel Mwanza en 2012 (con 14 años) por ‘War Witch’.
Una 73 edición que también reconoció a la película de la cineasta vasca con el premio Guild Film Prize que otorgan los exhibidores alemanes a la mejor película en competición, así como la distinción de los lectores del ‘Berliner Morgenpost’.
10 claves de 20.000 especies de abejas
- Una película que reflexiona sobre la identidad, el cuerpo y el género, así como sobre las relaciones familiares.
- A través de una asociación, su directora se puso en contacto con una veintena de familias con niños trans de entre 3 y 9 años que compartieron su intimidad. Un proceso muy enriquecedor que nutrió el guion de la película.
- Hay dos puntos de vista: el de la hija, pero también el de su madre, que es el personaje con el que más se identificó Estibaliz Urresola.
- Hay una dicotomía entre la ciudad y el campo, entre el ritmo rápido de nuestra apresurada vida cotidiana, y la temporalidad más lenta del pueblo, que permite seguir más de cerca a cada uno de los personajes.
- La metáfora de la apicultura, simbolizada en la película procede de la cultura vasca, donde la abeja se considera un insecto sagrado.
- La colmena está gobernada por individuos interdependientes y, al mismo tiempo, cada abeja desempeña un papel específico en ella. Una imagen adecuada para hablar de las relaciones familiares tal y como se retratan en la película.
- No hay música extradiegética en la película, ya que procede de los propios personajes, que la interpretan en un momento dado, lo que permite caracterizarlos.
- Para conseguir una estética naturalista, la película juega mucho con la luz natural.
- En cuanto a la cámara, se apuesta por acercarla a los personajes con primeros planos combinados con encuadres más amplios para mostrar el impacto del entorno en ellos.
- Uno de los mayores retos de la película fue trabajar con niños que no eran actores formados y conseguir que ellos y los intérpretes profesionales estuvieran al mismo nivel.