
Menos de dos semanas para la gala de los Oscars y, a falta de un precursor por entregarse, las categorías actorales experimentaron resultados estimulantes tras la gala de los BAFTA. En la categoría de Mejor Actriz Secundaria, que es la que a continuación será analizada, la victoria de Kerry Condon por su sensacional papel en ‘Almas en pena de Inisherin’ pone de manifiesto que la irlandesa es la verdadera rival a batir de la categoría y que lo de Angela Bassett era un liderazgo momentáneo a falta de una candidatura mucho más sólida y ganadora que la de la actriz neoyorquina.
Kerry Condon, favorita al Oscar, tiene más motivos para soñar que por su victoria en los BAFTA. La irlandesa ha estado presente en todos los precursores de la carrera, es la que más premios ha ganado de la temporada y está en una de las películas del año junto a los otros tres compañeros de reparto nominados. A sus 40 años, Condon es una multiusos del oficio: orígenes teatrales, experiencia en TV (‘Roma’, ‘The Walking Dead’,’Better Call Saul’, etc) e incluso ha formado parte del MCU poniéndole la voz a F.R.I.D.A.Y, la voz de IA dentro del traje de Iron Man. Su soberbia actuación en la película de Martin McDonagh, con quién ya ha colaborado otras veces, le ha supuesto una primera nominación que puede llevarle a su primera estatuilla, un premio indiscutible por lo artístico y consecuente en lo académico por la juventud que trajo a la categoría la victoria de Ariana DeBose el año pasado. No obstante, la reciente e increíble victoria de Jamie Lee Curtis en los SAG puede entenderse como una amenaza directa a su candidatura, más aún cuando la película irlandesa en la que Kerry Condon actúa se fue absolutamente de vacío estando nominada a cuatro de los seis premios cinematográficos del sindicato de actores. El triunfo en el BAFTA, que no ha desistido en campaña y ser el Oscar más rescatable de una película que quizá merezca más premios de los que va a ganar son algunas de sus mejores armas.
Parece impensable (y resulta ciertamente ofensivo) escribir que esta es la primera nominación al Oscar de Jamie Lee Curtis. Han tenido que pasar más de 45 años para que la Academia premiase su trabajo, y ahora lo ha hecho gracias a uno de los papeles más disruptivos de su carrera. Su nominación puede obedecer a un efecto arrastre del entusiasmo que ha generado ‘Todo a la vez en todas partes’, pero el nombre de Curtis impone lo suficiente como para pensar que ella ha condicionado la película y no al revés. La actriz de California es la segunda que más premios ha cosechado de la temporada, ha sido otra que ha cumplido en todos los precursores de la carrera y encima se ha impuesto en el gremio de actores, generando un momentum que puede ser clave para su victoria. Curtis tiene la narrativa de ser una institución, ha asestado el último golpe a la carrera, está en la película favorita y hay un sentimiento de deuda que puede invadir a los votantes para darle el Oscar, pero tiene un contra que Kerry Condon no: comparte categoría con Stephanie Hsu, y esto siempre indica una alta probabilidad de división de voto.
Antes del caos de los SAG, la rival más fuerte de Kerry Condon era una colega suya dentro de la firma Marvel. En la película que despedía narrativamente al Rey T´Challa, la madre de este robó todos los focos con una actuación robusta y cargada de fuerza dramática. Angela Bassett ha conseguido ser la primera intérprete de todo el Universo Cinematográfico Marvel en ser nominada al Oscar, e incluso ha conseguido ganar el Globo de Oro por su papel en ‘Black Panther: Wakanda Forever’. Bassett, que ya fue nominada hace 30 años por ‘Tina’, el biopic de la cantante Tina Turner, cuenta con el respeto por una dilatada de carrera de cerca de 40 años, además de tener a su favor la rama de votantes afroamericanos por ser la única nominada negra de la categoría. Tampoco ha fallado ningún precursor, pero sus derrotas en BAFTA y SAG, que está nominada por un papel en una película de superhéroes y la alta competitividad de la categoría, lucen como importantes desventajas.
Cómo tiene que ser la actuación de Hong Chau para que haya gente que diga que es su personaje favorito de ‘The Whale’ por delante de la salvaje actuación de Brendan Fraser. Está claro que Chau ha experimentado un año magnífico a nivel profesional, resultando este en su primera nominación al Oscar, una que auspicia un futuro prometedor. Con apenas nueve años de carrera en Hollywood, Chau ha trabajado con directores como Paul Thomas Anderson, Alexander Payne, Kenneth Branagh, Kelly Reichardt o Darren Aronofsky. Su papel de una enfermera y amiga incondicional de Fraser en la película han cautivado a crítica e industria (su Oscar clip es demoledor), que ya ubican a Chau como una actriz a tener en cuenta a corto plazo. Los Globos y los Critics’ no se acordaron de ella, y su ratio de victorias es muy pobre en la temporada. Que Fraser gane el Oscar podría ayudarla, tal y como le ayuda la fuerza del triunfo de su compañero de reparto en los SAG, pero la sensación que predomina es la de que la nominación es el premio este año. Volverá a aparecer.
La más joven de la categoría y la última en conseguir nominación fue Stephanie Hsu, que se impuso a otras que merodeaban la nominación como Dolly de León, Carey Mulligan o Janelle Monáe. Hsu es una de las partes vitales de esa estupenda historia que los Daniels han creado con ‘Todo a la vez en todas partes’. Una actuación radiante, cargada de rango y de carisma, y con un clímax devastador para el corazón del espectador. A sus 32 años, esta nominación al Oscar debe entenderse como un elogio a sus capacidades, y también como un mensaje de que La Academia está receptiva a reconocer el talento joven y con poca trayectoria en Hollywood. La victoria es una quimera teniendo en cuenta que, si su película arrasa, compite con una compañera que encima es Jamie Lee Curtis, que viene de ganar el SAG y tiene una envergadura sideral en la industria. No será la única vez que se analizarán las opciones de ganar un Oscar para Stephanie Hsu si sigue igual.
El gremio actoral agitó la carrera en las categorías actorales eligiendo cuatro ganadores diferentes a los que decretaron los BAFTA. En el caso de Mejor Actriz Secundaria, Jamie Lee Curtis dio el campanazo y abrió más variables de probabilidad a la de hora de vaticinar quién ganará el Oscar: ella misma se puso como una seria contendiente (incluso se podría argumentar que como frontrunner), se declaró como amenaza directa para la otra gran favorita (Kerry Condon), enterró muchas de las opciones de triunfo de Angela Bassett e incluso removió alguna de las de Hsu. El 12 de marzo se resolverá la incógnita de quién se alza con el Oscar, que después de lo visto en los SAG, puede significar un momento histórico de estos premios por ser el de la noche de Jamie Lee Curtis. Aun así, ir contra Kerry Condon es ir contra cierta lógica, especialmente desde que el SAG se alineó con AFTRA (Federación Americana de Artistas de Radio y Televisión) y no representa con tanta exactitud al brazo actoral votante que tiene la Academia, cosa que los BAFTA sí cumple mejor. La emoción está servida.