Una de las mejores películas de la década de los 90 fue ‘Happiness‘, una radiografía cruel de la infelicidad familiar dirigida por Todd Solondz. Supuso su tercera película y vino precedida por el éxito que había tenido tres años antes ‘Bienvenidos a la casa de muñecas‘. Ya en su estreno se calificó la película como «oscura», repleta de bichos raros. Tampoco iban demasiado desencaminados. El universo de personajes que habitan esta rara avis cinematográfica, convertida ya en película de culto, son madres de familia insatisfechas, niños deseosos de su primer orgasmo, frígidas solteronas… Seres solitarios, incapaces de soportar su desamparo, que buscan su autoafirmación en la sociedad por el camino más corto, dando salida a sus perversiones, manifestándolas, cumpliéndolas.

La vida de tres hermanas, una escritora de éxito, una feliz madre de familia y una sensible solitaria, que en su frustrante búsqueda de la felicidad, dan pie a crear un esquema con situaciones cotidianas tan singulares que más que pena provocan risa. A sus 30 años, Joy sigue viviendo en la casa paterna de New Jersey. Sus padres jubilados, se han trasladado a Florida. La joven acaba de romper con su novio, Andy, para iniciar una relación con un estudiante al que ella da clases, un emigrante y delincuente ruso llamado Vlad (Jared Harris). El malogrado Philip Seymour Hoffman ya destacaba en su encarnación de Allen, un tipo desaliñado y con una presencia repulsiva cuya mayor afición era hacer llamadas telefónicas obscenas a las mujeres, especialmente a la vecina a la que daba vida Lara Flynn Boyle.

Happiness (1998), escrita y dirigida por Todd Solondz
Ilustración del cartel de ‘Happiness’ donde vemos al elenco de personajes de esta película coral

Galardonado con el premio de la crítica en el Festival de Cannes de 1998, el director Todd Solondz nos presenta una película con historias con un punto de vista provocativo sobre el valor que se da a la felicidad en Estados Unidos. El crítico Jordi Costa decía hace 25 años que «la escena que precede a los títulos de créditos iniciales de ‘Happiness’ es antológica». «En esta secuencia vemos una ruptura amorosa en un restaurante de lujo que marca el tono de la agresiva propuesta del cineasta estadounidense. Una comedia cruel y coral de impecable estructura que consigue provocar la carcajada con situaciones más allá de lo soportable».

«Solondz traspasa ampliamente los límites no ya de lo políticamente correcto, sino de lo humanamente prudente y consigue algunas de las escenas más inolvidables del cine norteamericano de finales del siglo XX: la conversación entre compañeros de oficina incapaces de recordar el rostro de su compañero fallecido o el diálogo final entre el padre pederasta y el hijo de sexualidad perpleja confirman la habilidad del cineasta para provocar emociones encontradas», afirmaba Costa en la revista Fotogramas.

Una comedia cruel, que con un guion sorprendentemente divertido, provoca la carcajada con situaciones desoladoras. ‘Happiness’ vino a demostrar la trayectoria de un verdadero genio, Todd Solondz. Desgraciadamente para muchos cinéfilos, esta película fue un punto de inflexión en su carrera, ya que lo que vino después, excepto ‘Cosas que no se olvidan’, no estuvieron a la altura que esperábamos de su talento.

¿Podría una película como esta estrenarse en estos tiempos de lo políticamente correcto? Definitivamente no.

1 comment

  1. Habría que mencionar que la escena de la conversación entre el pederasta y su hijo fue censurada en el doblaje español, donde se mutilaba el chiste final (tan incorrecto como divertido), destruyendo el efecto de la escena. Un anticipo de lo que iba a venir después…

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