The Killer‘ es el duodécimo largometraje de David Fincher, un thriller sobre un asesino que descubre sus límites. Michael Fassbender interpreta al asesino a sueldo anónimo, cuya vida cuidadosamente construida se ve alterada después de que un golpe salga mal. A pesar de su mantra personal de permanecer distante y metódico, se encuentra cazando a aquellos que se atreven a amenazarle.

El cine lleva mucho tiempo fascinado con el misterioso asesino lobo solitario, desde ‘Le Samouraï‘ (1967) hasta ‘The American’ (2010). En contraste con una figura desconocida y glamurosa, ‘The Killer’ nos hace partícipes de sus pensamientos internos, así como de su realidad práctica y anodina. «Pensamos que sería interesante eliminar todos los tropos ‘guays’ de las películas de asesinos», dice Fincher.

Aquí no hay clubes nocturnos ni trajes a medida: este hombre compra en aeropuertos, se aloja en hoteles y hace todo lo posible por pasar desapercibido. «Quería que fuera alguien a quien no se viera por la calle», dice Fassbender de su antihéroe de ojos fríos.

Adaptación de la aclamada novela gráfica escrita por «Matz» (Alexis Nolent), ‘The Killer’ explora los límites de la película de venganza y donde el público comparte el punto de vista del personaje del título, escuchando sus máximas personales mientras intenta reordenar su vida. «Cíñete a tu plan. Anticipa, no improvises. No confíes en nadie. Nunca cedas una ventaja. Pelea solo la batalla para la que te pagan…». Pero a medida que el asesino viaja de objetivo en objetivo, de Francia a la República Dominicana y a América, descubrimos que la vida -y la muerte- no siempre siguen las reglas.

The Killer, dirigida por David Fincher

La inspiración de David Fincher

David Fincher leyó por primera vez The Killer poco después de la publicación en 2007 de una edición en inglés de la aclamada serie de cómics franceses, que apareció por primera vez en 1998 y sigue publicándose hoy, 25 años después.

Ya fuera por oportunidad o por gusto, los intentos de adaptar el material no fructificaron hasta que Fincher recurrió a su viejo colaborador, el guionista Andrew Kevin Walker. La primera vez que trabajaron juntos fue en ‘Se7en‘, la inolvidable película, ya de culto, de 1995 que supuso el debut de Walker en la pantalla y el primer largometraje de Fincher en el que se vio todo el talento del director, que se había dado a conocer en el mundo de los vídeos musicales.

«Me encanta la idea del código entre asesinos», dice Fincher. «Pero desde el punto de vista de la narración, lo que hizo que llegara al nivel de ‘Deberíamos hacer esto después’ fue cómo trataba de forma tan específica la subjetividad. Estás dentro de la cabeza de este tipo». El público tiene acceso a los pensamientos más íntimos de un asesino a sueldo, pero también ve cómo su visión teórica del mundo contrasta con la realidad. «Si estás metido en sus pensamientos, ¿cómo concilian lo que hacen con lo que creen?».

Ver la vida a través de los ojos -y el alcance- de un asesino coloca al público en una posición interesante, ya que inevitablemente puede encontrarse apoyando a alguien cuyo comportamiento es, por decirlo suavemente, cuestionable. ¿Les suena Norman Bates en ‘Psicosis’?

Fincher admira ‘Le Samouraï’, la película de Melville, mientras que los cinéfilos también pueden ver matices de Alfred Hitchcock en ‘The Killer‘, con su tono sardónico y la vigilancia inicial, que recuerda el voyeurismo de ‘La ventana indiscreta’ (1954). El comentario irónico del personaje del título, sin embargo, no debe cegar ante su salvajismo. El asesino es el protagonista de la historia, pero difícilmente su héroe, piensen lo que piensen algunos. «Muchos lectores me dicen que están de acuerdo con él», dice Nolent. «O que pensaban así pero nunca lo expresaron. A veces dan el paso extra de pensar que el asesino es simpático; no es ésa la intención».

Desde luego, Fassbender no quiere que los espectadores admiren o aspiren a su personaje. «Debería ser aterrador cuando hace cosas», dice el actor irlandés. «Solo una cara en blanco disparándote. Sin emociones. Simplemente vacío. Espero que sea un personaje que te haga sentir incómodo. No quiero que sea guay».

«Me gustó la idea de explorar la psique interior de alguien que se gana la vida matando. Y cómo matiza su noción de lo que está haciendo a partir de lo que otras personas podrían ‘malinterpretar’. Me gustó la idea de James Bond a través de Home Depot. Y nos encantan las películas de venganza, pero la realidad de la venganza es que hay mucho en ella que debería incomodar al público. Vamos a explorar eso. Queremos involucrar a los espectadores en todo ello», dice Fincher.

Fuente: Netflix

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