
‘Napoleón‘ es un espectáculo épico repleto de acción que relata el enrevesado ascenso y caída del legendario Napoleón Bonaparte, interpretado por Joaquin Phoenix. Con un impresionante telón de fondo orquestado por el director Ridley Scott, la película captura su incesante carrera hacia el poder a través del prisma de su adictiva relación con el único amor de su vida, Josefina, mostrando sus revolucionarias tácticas militares y políticas en algunas de las secuencias de batalla más potentes jamás rodadas.
Napoleón Bonaparte es uno de los líderes militares más importantes de la historia. Su vida despierta tanto críticas como admiración por parte de historiadores, políticos y sus propios súbditos. Su ascenso al poder y sus duras campañas militares han influido en las generaciones venideras, desde Winston Churchill a Friedrich Nietzsche.
Fue despiadado en la guerra y un tirano en su país, pero también un liberador que surgió de la nada. Fue uno de los primeros en demostrar que un buen líder no dependía de su clase social y su éxito en el campo de batalla se ha convertido en algo legendario. Tal fue su brillantez táctica y su reputación despiadada que se necesitaron siete coaliciones diferentes entre países europeos para derrotarle. Pero fuera del campo de batalla, su obsesión con Josefina –su amante, esposa y emperadora– definiría su vida tanto como cualquier batalla.
“Llevo queriendo llevar esta historia a la gran pantalla durante años”, confiesa el director Ridley Scott. Su ascenso meteórico como estratega militar brindan la oportunidad de hablar sobre su dualidad y personalidad con grandes escenas épicas. Suelo preferir hacer películas históricas. La historia es muy interesante. La aparición de Napoleón marca el principio de la historia moderna. Cambió el mundo y reescribió los libros de texto”.
Napoleón es además un personaje de película fascinante, ya que, al igual que muchos de nosotros, fue esclavo de su propio corazón y emociones. “Fue un estratega alucinante, un político intuitivo y despiadado, pero lo que me fascina es cómo un hombre así, que va de camino a invadir Moscú, pudiese estar obsesionado con lo que su mujer estaba haciendo en París”.

Ridley Scott retoma el Napoleón de Kubrick
Napoleón es un personaje que ha intimidado a algunos de los mejores directores de la historia. Es destacable el proyecto de Stanley Kubrick que no llegó a dar forma definitiva. “Scott ha querido retomar el proyecto donde Kubrick lo dejó”, dice el productor Kevin Walsh. “Kubrick es uno de sus héroes. Intentó hacer una película sobre Napoleón, pero finalmente nunca vio la luz. Hace unos años le pregunté a Ridley qué película no había conseguido rodar todavía y me dijo que una sobre Napoleón”.
La fascinación de Scott con Napoleón y ese periodo histórico se remontan a sus inicios como director. Su primera película, ‘Los Duelistas‘, está ambientada en la época napoleónica. “Con esa película descubrí de primera mano por qué a la gente le interesan las tramas históricas”, dice Scott. “La historia es muy interesante, ya que descubres que hay errores que seguimos cometiendo. Una película histórica que relata hechos de hace 200 años, filtrada con la perspectiva moderna del artista, se convierte en algo relevante hoy en día”.
Scott es un cineasta que ha aprendido de la experiencia la importancia que tiene la historia y el arte. Recrea personajes y los vuelve a traer a la vida. “Al cabo de un año de rodar ‘Gladiator’, recibí una carta de un académico de una de las grandes universidades estadounidenses”, dice Scott. “Quería agradecerme que hubiese vuelto a traer a la vida el Imperio romano. Había hecho que sus estudiantes se apasionasen con la asignatura”. Scott compara hacer una película histórica con una “ecuación matemática. Pudo haber ocurrido esto o esto otro. Es algo que surge de la investigación y tú eliges con qué te quedas”.
El aspecto psicológico del personaje y las espectaculares batallas han sido dos puntos que Scott ha encontrado igual de atractivos a la hora de hacer la película. “Creo que la gente sigue fascinada con la figura de Napoleón porque era un tipo muy complejo”, dice. “No hay una forma fácil de definir su vida. Puedes leer una biografía para saber lo que ocurrió, pero a mí, como cineasta, me interesa más su personalidad, ir un paso más allá de la historia y adentrarme en su mente”.

Una película de Ridley Scott que recrease las famosas batallas de Napoleón –como las de Toulon, Austerlitz y Waterloo– ha requerido un enorme reparto de actores que se pudiesen mover y luchar como los soldados de la época. El asesor militar Paul Biddiss ha sido el encargado de formar las tropas, evidentemente la francesa, aunque también la austriaca, la rusa y la británica.
“Tuvimos que entrenar a los actores que hacían de infantería y artillería”, recuerda. “No puedes simplemente coger a alguien de figuración y ponerle un uniforme. Debían conocer las maniobras que se hacían en la época napoleónica. En realidad, es una de las épocas más difíciles de recrear, ya que los movimientos y expresiones de mando son extremadamente técnicos”.
Con tantas cámaras rodando al mismo tiempo no deja mucha oportunidad para falsear o esconder cosas en el fondo, básicamente porque no hay fondo. “Todo el mundo tenía que conocer los movimientos, saber usar un mosquete, dar los pasos sincronizados y saber desplazarse desde el punto A al B, igual que lo hubiese hecho un soldado entonces”.
‘Napoleón’ ha sido una película muy compleja de hacer; hay explosiones, cañones disparando, caballos sobre sus espaldas, personas decapitadas… hay incluso una batalla en la que los caballos tienen que resbalarse por un lago helado.